Sara
Entre mis vacaciones y las de ella, hacia ya mas de tres meses que no nos veíamos. Sara es mi amiga y ademas de su simpatía, conversación y saber estar, tiene un culazo que me vuelve loco.
Cuando regreso de sus vacaciones, me dio un toque al móvil y lo antes que pude la llame. Yo sabia, que en un par de días, tendría una tarde libre y quedamos como siempre en su casa, lugar discreto y acogedor, que había sido testigo de muchos de nuestros encuentros.
No la quise hacer esperar,jeje, ni yo estaba para eso. A la hora que quedamos, allí estaba yo, llamando a su puerta. No necesitamos saludarnos, directamente cerramos la puerta y comenzamos a chocar nuestras lenguas. Mientras nos comíamos a besos, nuestras manos recorrían los cuerpos, como de reconocimiento. Y valla si la reconocí. Bajo su camisa esos dos pechos justos para las manos, con sus pezones sonrosados comenzando a ponerse puntiagudos. Se los masagee hasta que ya duros, metia sus pezones entre mis dedos mientras apretaba sus tetas. Ella hacia lo propio conmigo, quitandome la camiseta y pasando sus uñas por mi espalda, Mmmmmm me encanta.......
Mis manos continuaron reconociendo su cuerpo hacia abajo. para ser madurita tiene unas carnes prietas que me gusta manosear. Sus caderas son el preámbulo de un culo sin igual, no teniendo suficiente con las dos manos para abarcarlo completo. Le subí la falda y mi mano izquierda se colo por la raja de su culo hasta que llego a su ojete. Una vez allí, mi dedo corazón, empezó a explorar su agujerito. Note como se encogió y apretó su culo contra mi dedo lanzando un sugerente gemido. Una vez ganada la posición, mi mano derecha no tuvo mas que deslizarse por dentro de su tanga para comprobar lo alborotado que tenia ya su coño, sus labios ya estaban mojados y su clítoris fuera, como dando la bienvenida a mi mano.
Mientras, ella no había estado quieta. Había desabrochado mi pantalón que callo al suelo y me estaba proporcionando un masaje de huevos, que parecían un balón de nivea de lo lleno que los tenia. mi polla no se quedo atrás. Puso saliva en su mano y la repartió por todo mi capullo.
Ya calentitos, nos fuimos para su habitación para estar mas cómodos y tener mas libertad de movimientos. nos terminamos de desnudar sin dejar de comernos y nos tumbamos en la cama. Nos conocíamos y sabíamos perfectamente lo que deseábamos el uno del otro, así que rápidamente me complació en mi petición. Me encanta el facesitting y cuando Sara se sentó en mi cara, creí volverme loco rodeado de sus piernas, con su clítoris amenazante y esos labios del coño descolgaditos listos para ser engullidos por mi boca. Ella sabe que me gusta y yo, como hacer que le guste. Después de su primer orgasmo, hizo la intensión de bajarse, pero la agarre de las caderas y la mantuve encima hasta que se corrió otra vez. Note como mi perilla se encharcaba. Se tumbo boca arriba y no pude seguir resistiendo las ganas de comerla. Ahora le coji sus piernas y se las doble, sus rodillas contra sus pechos. El coño se le abrió, pero su ojete también. Directamente fui a lamerle el culo. Mientras se lo lamia, con mi nariz jugaba con su coño, le introduje la lengua lo mas hondo q podía y ella no hacia mas que gemir y retorcerse. La puse a cuatro patas, con la cabeza baja sobre la almohada, su espalda parecía un tobogán. Con su ojete ofrecido no dude en meterle mi polla, sabiendo que no encontraría resistencia. Hasta las bolas, mis huevos chocaban en sus cachas produciendo un sonido celestial. Sara se volvió y me dijo que quería tenerla en su boca, que llevaba ya mucho tiempo sin ella, así que no me pude negar y me tumbe en la cama. Ella se puso de pie en el suelo y se acerco como felina a su presa, sus manos se deslizaron por mis piernas hasta que llegaron a buena altura y me las separo, dejando expuestas mi polla y mis cojones. Comenzó con la cabeza, lamiéndola por todas partes y con chupetones suaves hasta que la endureció. Siguió tragándola, tocando con su barbilla mis huevos que llevaban ya un rato en sus manos. Sentía su lengua como acariciaba mi nabo dentro de su boca. Yo se como a ella le gusta y ella sabe como hacer para que me enloquezca. Como no podía ser de otra manera, llego ese punto donde ni para ti ni para mi, sino todo para afuera y comenze a vaciar mis huevos que ya no podían mas. Mientras me corría a borbotones, Sara no dejaba de chupar y recibió toda mi leche en su boca entre mis gemidos y mis contorsiones. No dejo ni una gota y cuando termino, se recostó a mi lado abrasándonos y morreandonos. Tuve que dejarla porque al final solo pude disponer de un ratito y lo único que espero, es que no pase tanto tiempo para tener otro encuentro con ella..........................
Cuando regreso de sus vacaciones, me dio un toque al móvil y lo antes que pude la llame. Yo sabia, que en un par de días, tendría una tarde libre y quedamos como siempre en su casa, lugar discreto y acogedor, que había sido testigo de muchos de nuestros encuentros.
No la quise hacer esperar,jeje, ni yo estaba para eso. A la hora que quedamos, allí estaba yo, llamando a su puerta. No necesitamos saludarnos, directamente cerramos la puerta y comenzamos a chocar nuestras lenguas. Mientras nos comíamos a besos, nuestras manos recorrían los cuerpos, como de reconocimiento. Y valla si la reconocí. Bajo su camisa esos dos pechos justos para las manos, con sus pezones sonrosados comenzando a ponerse puntiagudos. Se los masagee hasta que ya duros, metia sus pezones entre mis dedos mientras apretaba sus tetas. Ella hacia lo propio conmigo, quitandome la camiseta y pasando sus uñas por mi espalda, Mmmmmm me encanta.......
Mis manos continuaron reconociendo su cuerpo hacia abajo. para ser madurita tiene unas carnes prietas que me gusta manosear. Sus caderas son el preámbulo de un culo sin igual, no teniendo suficiente con las dos manos para abarcarlo completo. Le subí la falda y mi mano izquierda se colo por la raja de su culo hasta que llego a su ojete. Una vez allí, mi dedo corazón, empezó a explorar su agujerito. Note como se encogió y apretó su culo contra mi dedo lanzando un sugerente gemido. Una vez ganada la posición, mi mano derecha no tuvo mas que deslizarse por dentro de su tanga para comprobar lo alborotado que tenia ya su coño, sus labios ya estaban mojados y su clítoris fuera, como dando la bienvenida a mi mano.
Mientras, ella no había estado quieta. Había desabrochado mi pantalón que callo al suelo y me estaba proporcionando un masaje de huevos, que parecían un balón de nivea de lo lleno que los tenia. mi polla no se quedo atrás. Puso saliva en su mano y la repartió por todo mi capullo.
Ya calentitos, nos fuimos para su habitación para estar mas cómodos y tener mas libertad de movimientos. nos terminamos de desnudar sin dejar de comernos y nos tumbamos en la cama. Nos conocíamos y sabíamos perfectamente lo que deseábamos el uno del otro, así que rápidamente me complació en mi petición. Me encanta el facesitting y cuando Sara se sentó en mi cara, creí volverme loco rodeado de sus piernas, con su clítoris amenazante y esos labios del coño descolgaditos listos para ser engullidos por mi boca. Ella sabe que me gusta y yo, como hacer que le guste. Después de su primer orgasmo, hizo la intensión de bajarse, pero la agarre de las caderas y la mantuve encima hasta que se corrió otra vez. Note como mi perilla se encharcaba. Se tumbo boca arriba y no pude seguir resistiendo las ganas de comerla. Ahora le coji sus piernas y se las doble, sus rodillas contra sus pechos. El coño se le abrió, pero su ojete también. Directamente fui a lamerle el culo. Mientras se lo lamia, con mi nariz jugaba con su coño, le introduje la lengua lo mas hondo q podía y ella no hacia mas que gemir y retorcerse. La puse a cuatro patas, con la cabeza baja sobre la almohada, su espalda parecía un tobogán. Con su ojete ofrecido no dude en meterle mi polla, sabiendo que no encontraría resistencia. Hasta las bolas, mis huevos chocaban en sus cachas produciendo un sonido celestial. Sara se volvió y me dijo que quería tenerla en su boca, que llevaba ya mucho tiempo sin ella, así que no me pude negar y me tumbe en la cama. Ella se puso de pie en el suelo y se acerco como felina a su presa, sus manos se deslizaron por mis piernas hasta que llegaron a buena altura y me las separo, dejando expuestas mi polla y mis cojones. Comenzó con la cabeza, lamiéndola por todas partes y con chupetones suaves hasta que la endureció. Siguió tragándola, tocando con su barbilla mis huevos que llevaban ya un rato en sus manos. Sentía su lengua como acariciaba mi nabo dentro de su boca. Yo se como a ella le gusta y ella sabe como hacer para que me enloquezca. Como no podía ser de otra manera, llego ese punto donde ni para ti ni para mi, sino todo para afuera y comenze a vaciar mis huevos que ya no podían mas. Mientras me corría a borbotones, Sara no dejaba de chupar y recibió toda mi leche en su boca entre mis gemidos y mis contorsiones. No dejo ni una gota y cuando termino, se recostó a mi lado abrasándonos y morreandonos. Tuve que dejarla porque al final solo pude disponer de un ratito y lo único que espero, es que no pase tanto tiempo para tener otro encuentro con ella..........................
12 years ago