Sissy 5 - Cruising

Con el tiempo dejé de frecuentar las chicas trans. Los motivos eran varios, primero que por cada felación que realizaba tenía que pagar, lo cual no me acababa de gustar. Segundo, que en muchas ocasiones no me era suficiente. Depende de la chica que encontraba me sentía más realizado, pero en otras no me resultaba suficientemente gratificante. Con lo que a pesar de tener esa necesidad e ir a esa zona para cubrirla, no siempre lo conseguía. Otro motivo por el que dejé de frecuentar ese espacio era porque era un poco incómodo, tenía que ir expresamente y siempre había ese nervio acerca de si pasaría la policía.

Como una de mis máximas fantasías era ver a mi chica disfrutar con otros hombres, empecé a buscar información en internet acerca de espacios de sexo libre. Encontré locales de intercambio y una práctica la cual no había escuchado que existiera: el dogging. Empecé a leer acerca de ella, y me resultaba atractiva para potenciar mi fantasía de cornudo. Me imaginaba estar en un espacio libre, tener sexo con ella, y que apareciera algún hombre cuando ella estuviera muy excitada. Me imaginaba que no se podría resistir a tener sexo con él, y en consecuencia yo podría observar como ella disfrutaba. Esa era mi fantasía pero buscando espacios de dogging tropecé sin querer con otra práctica la cual tampoco conocía: el cruising.

Cuando leí en que consistía me pareció algo maravilloso. Y estaba de suerte, porqué justamente en Barcelona hay un espacio de cruising de toda la vida en Montjuic. De modo que empecé a buscar más información acerca de dónde se practicaba y algún texto que hablara de experiencias personales. A nivel sexual y emocional me pareció un sitio muy indicado para mi. Lo que más me interesó fue pensar en que en una sola noche podía hacer más de una felación. Ese era el punto más interesante, aunque también había otro punto que no me gustaba tanto. Estaba acostumbrado a realizar felaciones a trans, y me gustaba mucho porqué eran femeninas, las consideraba mujeres. Pero en el cruising ya no había feminidad, sino hombres, y eso no me resultaba tan atractivo. A pesar de eso me interesaba hacer felaciones con lo que al final tenía que probarlo.

La primera vez que fui estaba algo nervioso. No sabía exactamente donde se encontraba la acción, así que me dedique a pasear por la zona donde había leído que había chicos. Realmente sí los había, y poco a poco fui cogiendo seguridad al ver un poco como funcionaba. Mis primeras veces fueron bastante bien a pesar de no haberlo hecho nunca. Aunque me di cuenta que muchos chicos también querían tener un rol más pasivo, con lo que poco a poco fui adquiriendo habilidades para definir rápidamente cual era mi rol. Descubrí también que había una zona más oscura, y ahí sí había muchos chicos. Era una zona que se podía acceder des de distintos lugares, quedaba muy discreta des del exterior y nadie te veía lo que hacías. Era también muy oscura, prácticamente no se veía nada, solo figuras y sombras. Eso me parecía muy interesante porqué ayudaba a que me sintiera más libre, no me podían reconocer, y en ese espacio todos estábamos allí para eso.

Allí tuve muy buenas experiencias. Durante un año y medio frecuentaba el espacio de manera mas o menos regular. Como en las anteriores explicaciones, siempre venía después de tomar algo con los amigos por la noche. Generalmente viernes y sábados por la noche, aunque algún día sí que visite el espacio al mediodía (aunque no tenía nada que ver con la vida nocturna). Allí pude experimentar mucho más que con las chicas trans y podía hacer muchas más felaciones. En general me gustaba realizar como mínimo 3 felaciones por noche, depende del día ese numero subía o bajaba en función de los hombres que había. Una buena media para mi era realizar entre 5 y 6 felaciones, algunos días hice 10, y otras ninguna. Para mi era como un juego, cuantas más mejor. Como buen felador siempre me gustaron las pollas muy grandes con lo que siempre deseaba encontrar a algún hombre muy dotado. Como no sabías nunca que te encontrarías entendí que era un tema estadístico. Es decir, cuantas más, mas probabilidades hay que alguna de ellas sea muy grande, con lo que hacía eso.

Aunque lo explique de una manera muy clara, en esa época me sentía confundido y muy inseguro. Tenía muchas ganas de experimentar y ese era el fuego que hacía que frecuentara la zona de cruising, pero al mismo tiempo me avergonzaba mucho. Cuando estaba tranquilo haciendo mi vida normal no pensaba en eso, pero cuando se acercaba el fin de semana, o salía a tomar algo, siempre me venía a la cabeza pasar por esa zona. Me pasó muchas veces que me encontraba en la zona y me decía a mi mismo... ¿porqué estoy aquí otra vez? Pero no había nada que hacer.

Mis motivaciones para frecuentar ese espacio eran varias. Por un lado tenía muchas ganas de experimentar, y ese era una espacio dónde lo podía hacer. Cuando tenía pareja, me sentía insuficiente para ella, me sentía un poco humillado por ella y tenía una muy baja autestima. Ir a la zona de cruising conectaba muy bien con esas sensaciones. Por un lado quería sentirme denigrado y usado, un poco como me hacía sentir ella, y en esta línea hacer felaciones me hacía sentir bastante usado y en ocasiones denigrado. A pesar de parecer una contradicción, sentirme un poco mal por complacer a desconocidos me hacía conectar con esa parte emocional, y al mismo tiempo despertaba mucho mi excitación sexual. Con el tiempo me di cuenta que el feedback que me daban los hombres era bueno, les encantaba lo que les hacía, y eso en realidad hizo que me sintiera muy seguro en mi rol y que mi autoestima subiera. Otro factor muy importante fue cuando estuve soltero. En esa época intenté estar con chicas pero me di cuenta que tenía un problema. No conseguía tener una erección en presencia de otra chica. Los motivos de fondo no los entendía, y era muy frustrante. Me sentía muy impotente por no poder complacer sexualmente a las chicas y me sentía humillado. Intenté varias veces estar con chicas pero no hubo nunca manera. En el cruising, como mi rol era complaciente, y no tenía nada que ver con mi polla, sentía un alivio enorme. En realidad, esos momentos previos al polvo con una chica me producían, y siempre me han producido, mucha ansiedad. Tener la presión de tener una erección hacía muchas veces que me bloqueara, y eso hacía que no la tuviera. En cambio el cruising me parecía el entorno ideal para mi, porqué no tenía que preocuparme por mi polla para nada. Podía tener relaciones sexuales simplemente decidiendo que las quería tener, sin esperar a que mi polla funcionara. De modo que todas estas cosas juntas hacían que ese espacio fuera una zona muy satisfactoria sexualmente para mi a pesar de la verguenza posterior.

Hubo dos épocas en las que frecuenté la zona de cruising. La primera fue cuando tenía pareja, y tenía muchas ganas de experimentar. En esa época y como he comentado antes, me sentía mal por la relación que tenía con mi chica, y hacer felaciones era una manera de drenar todo ese malestar. Cabe decir que también miraba mucho porno, y la temática era adoración de polla, conversión a Sissy, cornudo, adoración a Hot-wife... todo eso potenciaba mis deseos de realizar felaciones y Montjuic era el sitio adecuado para hacer un paso más allá y hacer realidad todas las fantasías. Yo a ella no le dije nunca mi amor y perversión por los falos y no sé si algún día intuyó algo, sea como fuere nunca me dijo nada. La otra época de cruising fue posterior a que ella me dejara. Evidentemente hubo un tiempo en que no iba porqué estaba recuperándome de su pérdida, pero pasados unos meses me entró otra vez el gusanillo de pasar por allí. Esta segunda época fue mucho más madura porqué ya sabía como funcionaba, sabía que podía encontrar, que me podía dar, y de manera voluntaria y con total consciencia volví a frecuentar esa zona. En esta época también miraba mucha pornografía de la misma temática aunque también había otro elemento que potenciaba mucho querer ir allí. Lo he comentado antes, siempre he tenido muchos problemas de erección con las chicas, de modo que todas las nuevas experiencias frustradas con ellas, las cuales tuve muchas, eran una motivación más por hacer felaciones. En cierta medida, era un ejemplo más de mi incompetencia como varón, y de la misma manera que un cornudo o una Sissy, asume que no tiene nada que hacer con las mujeres y asume tener sexo con hombres, yo tenía una motivación muy real, que emocionalmente tenía mucho impacto en mi, que me decía que no perdiera el tiempo con las mujeres y que me fuera a satisfacer a hombres de verdad porqué era mi destino. Este proceso de auto humillación lo hice muchas veces. De hecho llegó un punto en que cada vez que tenía la opción de estar con una chica lo evitaba. Aceptaba que a pesar de tener la oportunidad era mejor evitarlo. Después en estos casos me dirigía a Montjuic y realizaba tantas felaciones como podía. Prefería eso que afrontar esa humillación.




1 year ago
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Andreas1111x 1 year ago
Eres tan caliente y explicas tan bien todo... Realmente puedo imaginarme allí.... 
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Naughtynev69
Naughtynev69 1 year ago
Yummy
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MrWolfBCN2
MrWolfBCN2 1 year ago
gracias por compartir tus experiencias, yo no he ido nunca a na zona cruising, pero por lo que describes, lo pasaste muyyy beienn, creo que deberia probar...
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