Chantaje
Contar ésta historia me es difícil, decir todo lo que pasó en esa etapa de mi vida me da vergüenza y me hace sentir aún muchas cosas. En cierta forma creo que es el miedo a ver cuan diferente es mi vida ahora y cómo todo puedo haber sido de otra manera.
Mi historia comienza a mis 24 años, cuando conseguí mi primer empleo formal como programador. Mi primer día de trabajo fue también el día en que conocí a Nadia, en aquel momento no pude notar que Nadia no era cómo las demás personas, antes de que todo pasara siempre pensé que era alguien normal, incluso buena onda. Cuando en broma un día la escuché decir que a veces le gustaba vestirse cómo hombre y ser ruda lo tomé como algo bueno, simpaticé con esa forma de empoderamiento.
Aún no sé de que forma contaré todo lo que pasó, mi te****uta me dijo que cómo escribir es algo que disfruto hacer, poner esto sobre el papel podía ayudarme, pero también me advirtió de que podría ser demasiado, me pidió que pusiera mucha atención a cómo me hacía sentir escribir sobre todo esto. Así que me disculpo de antemano si la forma en que describo ésta experiencia erótica llega a ser demasiado reflexiva.
Mi historia con Nadia comienza 2 meses después de entrar a trabajar en la empresa. Antes de eso éramos sólo un par de compañeros de trabajo que apenas y se hablaban.
Todo comenzó un viernes por la tarde en que ya todos se habían ido de las oficinas excepto yo. Desde hacia varios días prefería llegar en la tarde y salir de trabajar en la noche. Ya me había acostumbrado a ser el único en las oficinas y ya antes me había masturbado allí.
Lo sé, lo que hice fue asqueroso y una falta de respeto pero lo pagué a un precio muy alto, esa noche mientras me masturbaba con los audífonos puestos, Nadia regresó a la oficina por su USB, ni siquiera noté su presencia.
Recuerdo bien envolver mi semen con una servilleta y tirarlo a el basurero de al lado, apagar la computadora y sentirme satisfecho con mi trabajo. Pues a pesar de todo, sí hacía un buen trabajo.
Toda esa sensación de satisfacción se perdió cuando escuché el ruido del portón de la oficina cerrarse, era obvio que alguien había salido y no entrado pues no se escucharon mas pasos.
Guardé mis cosas con mucha prisa, con la sensación de tener que dejar el lugar lo antes posible, aún tenía la ilusión de que no hubiera sido nada, tal vez un ruido de alguien golpeando la puerta. Salí rápidamente de la oficina y me dirigí a tomar el transporte público para regresar a mi casa. Allí fue donde la pesadilla comenzó.
Recibí un mensaje por WhatsApp de un número desconocido, lo vi justo después de sentarme en uno de los asientos del autobús y quedé horrorizado. Duraba tan solo 30 segundos pero tenía suficiente material como para arruinar mi vida.
Cuando lo vi me sentí completamente inseguro, vigilado, el video se había tomado desde una distancia increíblemente corta, fue muy duro verme y reconocer a un pervertido vulgar. No sólo me estaba masturbando en la oficina sino que lo estaba haciendo viendo un vídeo en pantalla completa en el que una chica le chupaba el pene a un chico, éste eyaculaba en su boca y después ella besaba a otro chico que se entendía era su novio.
Aquel beso no era un simple beso de piquito, ella lo acariciaba y lo besaba de forma que el espera entrara en su boca, lo sujetaba de la barbilla para mantenerlo pegado a ella y si el dejaba escapar una gota de semen, ella ocupaba su lengua para regresarla a su boca de la manera mas sensual, así hasta obligarlo a beberse todo el semen del otro chico. Verme en el video eyacular mientras todo eso pasaba me hizo sentir como una mierda.
Al terminar de ver el video toqué la miniatura de la persona que me envió el mensaje y pude ver el rostro de Nadia.
Al cerrar la miniatura vi el primer mensaje de texto:
> Eres un cochino, un cerdo.
Yo comencé a escribir, quería decirle que lo sentía, que comprendía que había sido un idiota y un maldito enfermo pero que me perdonara que no le dijera a nadie. Pero por un largo rato lo logré mandar nada.
Después de varios minutos le dije:
> Lo lamento mucho Nadia, me siento como una mierda, lamento que me vieras así. Encima viendo un video como ese.
Ella sólo lo vio y volvió a dejar de aparecer en linea. Aquel viaje en autobús fue eterno. Yo no dejaba de revisar el teléfono esperando su respuesta pero no la obtuve hasta unos pasos después de haberme bajado del autobús.
> Mira Pedro, seré clara contigo, yo tampoco soy una buena persona, incluso creo que soy más perversa que tú. Habiendo dicho esto tienes dos forma de salir de ésta situación: 1 Le muestro el video a todo el mundo y ven la clase de persona que eres ó 2: Literalmente te vuelves mi puta.
> Tienes 10 minutos para mandarme tu decisión, sólo tienes una condición, si eliges la segunda opción tienes que darme una buena respuesta, una que me haga creer que vas enserio, si siento que no es así le enviaré el video al jefe en ése mismo momento. Sólo tienes una oportunidad.
Estaba por escribir lo primero que se me viniera a la mente pero envió otro mensaje repitiendo:
> Una sola oportunidad.
Fue en ése momento que la idea que tenía de las mujeres dominantes comenzó a cambiar, comenzó a darme miedo.
Unos cinco minutos después estaba entrando por la puerta de mi casa, mis padres aún se encontraban despiertos, recuerdo a mi mamá saludarme y decirme que la cena ya casi estaba lista y yo aprovechar que ella se encontraba ahí en la cocina para subir a su cuarto y tomar su lápiz labial. Recuerdo ver mi celular y entrar en pánico al ver que sólo me quedaban un minuto y correr a mi cuarto, quitarme la playera y con el lápiz labial escribir "DE NADIA" en mi pecho. Abrir la conversación, y enviarle una selfie, fue tan rápido que ni siquiera posé. Mi rostro mostraba de forma muy transparente cuan derrotado me sentía.
> Meh... Eyacúlate encima y toma una buena foto.
Recuerdo cómo, en un instante, el miedo y la excitación se mezclaron en una sensación completamente nueva. Mis corazón comenzó a latir muy fuerte, la sangre ahora corría por mi cuerpo con mucha más fuerza. Bajé mis pantalones, me tiré en la cama y comencé a masturbarme.
Me masturbé tan fuerte como pude, a mi lado tenía el celular y de vez en cuando lo veía para excitarme con su mensaje. En ese momento sólo podía sentir la insoportable necesidad de degradarme ante ella y mostrarme como un maldito cerdo sentía que por primera vez podía mostrarle a alguien mas mi lado realmente pervertido. Tres minutos después ya se estaba enviando la foto que me había pedido
Mi historia comienza a mis 24 años, cuando conseguí mi primer empleo formal como programador. Mi primer día de trabajo fue también el día en que conocí a Nadia, en aquel momento no pude notar que Nadia no era cómo las demás personas, antes de que todo pasara siempre pensé que era alguien normal, incluso buena onda. Cuando en broma un día la escuché decir que a veces le gustaba vestirse cómo hombre y ser ruda lo tomé como algo bueno, simpaticé con esa forma de empoderamiento.
Aún no sé de que forma contaré todo lo que pasó, mi te****uta me dijo que cómo escribir es algo que disfruto hacer, poner esto sobre el papel podía ayudarme, pero también me advirtió de que podría ser demasiado, me pidió que pusiera mucha atención a cómo me hacía sentir escribir sobre todo esto. Así que me disculpo de antemano si la forma en que describo ésta experiencia erótica llega a ser demasiado reflexiva.
Mi historia con Nadia comienza 2 meses después de entrar a trabajar en la empresa. Antes de eso éramos sólo un par de compañeros de trabajo que apenas y se hablaban.
Todo comenzó un viernes por la tarde en que ya todos se habían ido de las oficinas excepto yo. Desde hacia varios días prefería llegar en la tarde y salir de trabajar en la noche. Ya me había acostumbrado a ser el único en las oficinas y ya antes me había masturbado allí.
Lo sé, lo que hice fue asqueroso y una falta de respeto pero lo pagué a un precio muy alto, esa noche mientras me masturbaba con los audífonos puestos, Nadia regresó a la oficina por su USB, ni siquiera noté su presencia.
Recuerdo bien envolver mi semen con una servilleta y tirarlo a el basurero de al lado, apagar la computadora y sentirme satisfecho con mi trabajo. Pues a pesar de todo, sí hacía un buen trabajo.
Toda esa sensación de satisfacción se perdió cuando escuché el ruido del portón de la oficina cerrarse, era obvio que alguien había salido y no entrado pues no se escucharon mas pasos.
Guardé mis cosas con mucha prisa, con la sensación de tener que dejar el lugar lo antes posible, aún tenía la ilusión de que no hubiera sido nada, tal vez un ruido de alguien golpeando la puerta. Salí rápidamente de la oficina y me dirigí a tomar el transporte público para regresar a mi casa. Allí fue donde la pesadilla comenzó.
Recibí un mensaje por WhatsApp de un número desconocido, lo vi justo después de sentarme en uno de los asientos del autobús y quedé horrorizado. Duraba tan solo 30 segundos pero tenía suficiente material como para arruinar mi vida.
Cuando lo vi me sentí completamente inseguro, vigilado, el video se había tomado desde una distancia increíblemente corta, fue muy duro verme y reconocer a un pervertido vulgar. No sólo me estaba masturbando en la oficina sino que lo estaba haciendo viendo un vídeo en pantalla completa en el que una chica le chupaba el pene a un chico, éste eyaculaba en su boca y después ella besaba a otro chico que se entendía era su novio.
Aquel beso no era un simple beso de piquito, ella lo acariciaba y lo besaba de forma que el espera entrara en su boca, lo sujetaba de la barbilla para mantenerlo pegado a ella y si el dejaba escapar una gota de semen, ella ocupaba su lengua para regresarla a su boca de la manera mas sensual, así hasta obligarlo a beberse todo el semen del otro chico. Verme en el video eyacular mientras todo eso pasaba me hizo sentir como una mierda.
Al terminar de ver el video toqué la miniatura de la persona que me envió el mensaje y pude ver el rostro de Nadia.
Al cerrar la miniatura vi el primer mensaje de texto:
> Eres un cochino, un cerdo.
Yo comencé a escribir, quería decirle que lo sentía, que comprendía que había sido un idiota y un maldito enfermo pero que me perdonara que no le dijera a nadie. Pero por un largo rato lo logré mandar nada.
Después de varios minutos le dije:
> Lo lamento mucho Nadia, me siento como una mierda, lamento que me vieras así. Encima viendo un video como ese.
Ella sólo lo vio y volvió a dejar de aparecer en linea. Aquel viaje en autobús fue eterno. Yo no dejaba de revisar el teléfono esperando su respuesta pero no la obtuve hasta unos pasos después de haberme bajado del autobús.
> Mira Pedro, seré clara contigo, yo tampoco soy una buena persona, incluso creo que soy más perversa que tú. Habiendo dicho esto tienes dos forma de salir de ésta situación: 1 Le muestro el video a todo el mundo y ven la clase de persona que eres ó 2: Literalmente te vuelves mi puta.
> Tienes 10 minutos para mandarme tu decisión, sólo tienes una condición, si eliges la segunda opción tienes que darme una buena respuesta, una que me haga creer que vas enserio, si siento que no es así le enviaré el video al jefe en ése mismo momento. Sólo tienes una oportunidad.
Estaba por escribir lo primero que se me viniera a la mente pero envió otro mensaje repitiendo:
> Una sola oportunidad.
Fue en ése momento que la idea que tenía de las mujeres dominantes comenzó a cambiar, comenzó a darme miedo.
Unos cinco minutos después estaba entrando por la puerta de mi casa, mis padres aún se encontraban despiertos, recuerdo a mi mamá saludarme y decirme que la cena ya casi estaba lista y yo aprovechar que ella se encontraba ahí en la cocina para subir a su cuarto y tomar su lápiz labial. Recuerdo ver mi celular y entrar en pánico al ver que sólo me quedaban un minuto y correr a mi cuarto, quitarme la playera y con el lápiz labial escribir "DE NADIA" en mi pecho. Abrir la conversación, y enviarle una selfie, fue tan rápido que ni siquiera posé. Mi rostro mostraba de forma muy transparente cuan derrotado me sentía.
> Meh... Eyacúlate encima y toma una buena foto.
Recuerdo cómo, en un instante, el miedo y la excitación se mezclaron en una sensación completamente nueva. Mis corazón comenzó a latir muy fuerte, la sangre ahora corría por mi cuerpo con mucha más fuerza. Bajé mis pantalones, me tiré en la cama y comencé a masturbarme.
Me masturbé tan fuerte como pude, a mi lado tenía el celular y de vez en cuando lo veía para excitarme con su mensaje. En ese momento sólo podía sentir la insoportable necesidad de degradarme ante ella y mostrarme como un maldito cerdo sentía que por primera vez podía mostrarle a alguien mas mi lado realmente pervertido. Tres minutos después ya se estaba enviando la foto que me había pedido
3 роки(-ів) тому