EXPERIENCIAS DE UNA PUTA

Mis experiencias en los tiempos que he vivido en burdeles trabajando de puta son muy interesantes.
Recuerdo una que nos ocurrió hace varios años. La madame nos anuncio a todas las chicas biológicas y trans que nos habían invitado a pasar un día en el chalet de la sierra de un señor banquero que tenia mucho dinero y que quería dar una fiesta a sus amigos. Teníamos que ir las 4 trans y las 3 mujeres. Un pequeño autobús nos recogería en la puerta del burdel a las 10 de la mañana y nos devolvería a Madrid por la tarde.
Cuando llegamos al chalet, la madame nos dijo que nos desnudásemos totalmente y que el dueño para hacer mas atractiva la fiesta había preparado un armatoste de madera con varios compartimentos separados por tabiques donde nos pondrían a todas en exposición pero de forma que no podríamos ver a nuestros clientes. Nos dijo que algunos les conoceríamos pues eran clientes del burdel pero que otros eran nuevos, con lo que si nos portábamos bien seguro que tendríamos nuevos clientes. A tres trans nos pusieron a cada uno dentro de una especie de nicho recostadas sobre una colchoneta asomando solo medio cuerpo y para que nos cayésemos nos levantaron y ataron las piernas arriba del nicho. Estábamos en posición de que nos follaran y nos comieran las pollas pero nosotras no podíamos verlos a ellos, porque había una especie de cortinilla que nos tapaba. A otras dos chicas biológicas las pusieron de igual forma que a nosotras pero las piernas se apoyaban en el suelo y con la cabeza mirando a la colchoneta que nos servia a todos de apoyo. Tenían pues el coño y el culito a plena visión. En la pared del armatoste-estante había también dos agujeros circulares con cortinillas y allí pusieron a una trans en uno y a una femina en el otro pero de forma que solo enseñaban la cabeza y las tetas
Después de situarnos a cada una en un sitió, al poco rato note como mi culo sentía que le introducción dedos y cosas extrañas y que después intentaban dilatarlo con dildos hinchable. Al rato también note una lengua que afanosamente intentaba penetrarme. También se oían jadeos, risas e incluso lloros de los compartimentos próximos. Al rato note que el culito estaba muy ensanchado y que intentaban meter cosas grandes como botellines y puños. Note que una polla bombeaba de forma muy excitada que enseguida soltó su liquido dentro de mi culo.
Después, la saco y note que se marcho. Pero enseguida intui que otro me la volvía a meter . Esta era muy grande y gorda y la notaba mejor que la anterior. También al poco rato del bombeo soltó y me lleno de semen el culito y las nalgas.
Después, empecé a notar que mi polla experimentaba un alargamiento pues un cliente estaba chupandola y dándole mordisquitos. Se cebaba en el glande y frenillo; lo succionaba y estiraba. También notaba como su polla se aparejaba con la mia y sus manos cogían frenéticamente las dos pollas estrujandolas con mucho cuidado. Con todos estos movimientos note que yo eyaculaba y a continuación lo hacia mi cliente. Se lleno todo el pubis de mucha leche, pues aunque yo eche poca mi pareja soltó muchísima, grumosa y espesa.
Al poco tiempo de irse el otro cliente note a otro que succionaba la polla y recogia con la lengua la leche que manaba por mi pubis. Daba lametones y suspiraba con gozo de la recogida que había hecho. Pero enseguida se marcho
Cuando llevábamos mas de 2 horas en estas posiciones la madame nos dijo a todas que nos levantásemos y saliésemos del cubil pues íbamos a comer. Me quito las ataduras con las que estaban colgadas mis piernas y me dijo que no me limpiase la leche y que intentase retenerla bien en el culito o en el pubis. Para ello me dio una braguita negra elástica que impedía que saliese nada.
Al salir del cubículo vi a a mis compañeras. Todas salían unas soltando leche por las piernas y otras con toda la cara llenas de esputos y semen. La recomendación de la madame fue la misma, que se pusiesen las braguitas ajustadas y que no se lavasen la cara. Los clientes querían ver los resultados de sus hazañas.
Al salir al jardín vimos quienes eran los clientes que habíamos tenido. Había una pareja hombre-mujer de unos 50 años, 2 chicos muy afeminados de unos 40, 3 hombre de unos 50 años que estaban acompañados de sus sobrinos( decían ellos, pero en realidad eran sus amantes homosexuales) de unos 20 años y una pareja de lesbianas. La que parecía mas rica tendría unos 60 años y la que tenia pinta de sumisa no pasaría de los 30. Todos ellos tanto hombre como mujeres estaban desnudos y nosotras salíamos con solo braguita pero blanquecina por todo la leche que salida a nada que nos movíamos
La madame nos coloco en la mesa poniendo cliente con putilla, tanto trans como femina, y a los sobrinos le pusieron con las lesbianas y mi madame salteados. A mi me toco por un lado un afeminado y por el otro un hombre de 50 años. El afeminado se encapricho de mis tetas y solo quería morderlas y estirar los pezones. Me dio besos-mordisco que me dejaron marca, menos mal que yo estaba acostubrada a castigarme los pezones y su dolor se me transformaba en placer a continuación. El otro comensal enseguida aprendió a meter el dedito por el culito. Aprovechaba que entraba muy bien dada la lubricación que producía toda la leche acumulada. Al final tenia el puño todo dentro y bombeaba como un cabron. El afeminado después de los pezones le gustaron mis huevos y empezó a sobarlos y meterselos en la boca succionando el glande. Le gustaba el olor y el sabor de la leche que rodeaba toda mi polla y pubis. La succionaba con satisfacción y se le notaba empalmado a punto de estallar, cosa que ocurrió al momento metiéndome su polla en mi boca para que la recogiese y se la ofreciese al señor que me estaba tocando el culito. A éste enseguida se la traspase y empezó a jugar con ella en su boca hasta que de golpe se la trago y nos sonrio a todas enseñándonos su boca limpia de cualquier resto organico