El día en que me convertí en cornudo.

Somos una pareja de 47 y 52 años convencionales. Bueno no tanto como descubrimos posteriormente. La cosa es que mi mujer tenía un amigo escritor que le ponía mucho. Lo notaba porque era de fuera de la ciudad y cada vez que pasaba de visita ella perdía el culo por verlo y se arreglaba muchísimo. Incluso no se daba cuenta que coqueteaba delate mío. Yo no decía nada, pero es que a mi me daba morbo aquella situación, incluso fantaseaba como follaban los dos.
Una noche de las que el escritor (lo llamaremos así) rondaba por la ciudad. Me confeso que le había tirado los trastos, aquella misma tarde y que había estado tentada en aceptar. Si esperaba una reacción airada por mi parte se equivocó de lleno. Le saqué poco a poco que estaba deseando tener sexo con él, los dos imaginamos como sería que se la follara delante de mí o y con la tontería pegamos el mejor polvo en años. Todo fue pura lujuria. A partir de entonces comencemos a fantasear con el tema para calentarnos en la cama.
Cuando me enteré que su escritor volvía de visita, me inflé de valor y le propuse hacer un trio con él. Para mi asombro acepto con extrema rapidez, me dio un beso y me dijo que me quería un montón. Qué la mayor prueba de amor es dejar que tu pareja pueda disfrutar del sexo con otros sin celos ni propiedades. ¡Joder! Parecía que lo estuviera planeando. Ni corta ni perezosa quedó se lo comentó al escritor antes de venir. Resultó que el escritor resulto ser un poco estrecho de miras y aceptó que yo estuviera delante, pero no le gustaba la idea de mi participación, así o nada. Acepté.
El día del encuentro fue en una cafetería de un hotel en Barcelona. Al principio todos íbamos muy estirados como si lleváramos un palo metido por el culo. Pero otra vez mi mujer me dejo de piedra al ser ella la que empezó a tocar primero al escritor. La pierna, la cara acabando por darle un morreo de tres pares de cojones. Mientras se besaban vi como cogía la mano del escritor y la guiaba a su entrepierna. Aquello me puso como las motos, nunca he tenido la polla tan erecta como aquel día. Ni me planteaba que a partir de aquel momento me iba a convertir en un cornudo oficial.
Me dejaron pagando la cuenta y subieron deprisa hacía la habitación. Cuando entré me encontré al escritor con los pantalones bajados y mi mujer sentada en la cama comiéndole la polla.
-Siéntate ahí y mira como me lo follo.
Me ordeno al entrar. Obedecí.
Yo hubiera deseado participar, desde siempre he sido bi y tengo que reconocer que el condenado escritor tenía un buen pollón. Se desnudaron y yo me saqué el miembro consolándome con un buen pajote mientras ellos follaban de lo lindo.
Al acabar, se notaba que el escritor no se encontraba muy a gusto, así que se vistió y salió con prisa. Nos dejó a nosotros desnudos. Mi mujer yacía en la cama con las piernas abiertas y a su lado un preservativo lleno de leja. El coño lo tenía bien abierto.
-Comete el coño cariño. – me dijo de sopetón
-El cornudo tiene derecho a su premio.
Fue la mejor comida de coño que he hecho en mi vida.
Gepubliceerd door Elcorsariorosa
2 jaar geleden
Reacties
10
Gelieve of om commentaar te geven.
Pajarete333
No sabes la envidia que me das...
Antwoorden
Mikele_MD
Buen relato, muy caliente
Antwoorden
Ummmm muy buena historia
Antwoorden
si algún día voy por Barcelona me encantaría conoceros 
Antwoorden
que maravilha 
Antwoorden
Que rico. A mi también me gusta comer cono lleno de leche; mio o de otro.
Antwoorden
Me encantó 
Antwoorden
albatrox15
Que envidia que das !!!
Antwoorden
Luuk69
Una buena historia. Seguro que si te hubiesen dejado participar, habrías disfrutado aún más. Espero que en otras ocasiones haya sido así
Antwoorden
Sin condon te habría dado más gusto comerle el coño 
Antwoorden