Padre Apolinar

En junio de 2013 hacía un mes que había cumplido 54 años y cuatro meses de mi divorcio, en los últimos dos años solo había tenido sexo con hombre una vez y desde hacía siete u ocho meses me masturbaba casi todos los días, curiosamente a medida que cumplía años tenía más necesidad y dado que vivo en una ciudad relativamente pequeña no quería exponerme demasiado.
Hace mucho años que dejé de ir a misa pero dado que ya era oficial que estaba sola una vecina y amiga viuda, algo mayor que yo me ofreció apuntarme a un viaje que organizaba uno de los curas de la parroquia cada año. Habían estado en Roma, otro año los lugares santos en Israel, y este año tocaba visitar Turquía, la ruta de San Pablo; personalmente pensaba que el padre Apolinar, coadjutor de la parroquia, organizaba estos viajes con distintos pretextos o peregrinaciones para conocer mundo viajando gratis, simplemente.
Siempre he sido muy celosa de mi intimidad y a pesar de ser bastante más caro decidí que prefería una habitación individual en lugar de compartida. Iban a ser doce días de viaje visitando la Capadocia y Estambul, mi primer viaje sola desde que me casé y confieso que tratándose de Estambul fantaseaba con que me ocurriera algo similar al personaje de la película "la Pasión Turca"; creo que aun sin saberlo fue lo que me empujó a ser la única persona del viaje que tenía habitación simple e individual, a excepción claro está del padre Apolinar, a decir de mi vecina el cura con más "marcha" de la parroquia y que seguía en activo a pesar de sus 67 "tacos". Entonces yo pensaba que se mantenía activo para poder continuar con sus peregrinaciones veraniegas por la cara.
Bien, no vamos a andarnos con rodeos. Imagino o eso creo, que algo me notaría en mi manera de mirar o no se en que, pero lo cierto es que tras el recorrido por Capadocia y otros lugares estaríamos cinco días en Estambul, ya se había repartido las habitaciones y teníamos la tarde libre; algunos decidieron pasear y otros descansar en la habitación. Fue mi vecina la que me advirtió que el padre Apolinar la había hecho preguntas sobre mi a lo largo del viaje, en pocas palabras, no solo entendí que el cura de la parroquia tendría un interés en mi que iba más allá de lo meramente relacionado con el viaje; hubo alguna frase o palabra en esta conversación que me hizo pensar o ver que Rosa, mi vecina viuda ya habría tenido en alguna ocasión un affaire con el padre Apolinar. En mis conversaciones con mi vecina durante los desplazamientos en autobús no recordaba haber hablado con ella de cosas muy íntimas, sin embargo, fue ella la que me recordó l que antes del viaje ya la había hablado yo de mis fantasías con la novela de Antonio Gala al preparar un viaje a Turquía.

El comedor del hotel estaba en la última planta del mismo, había una gran terraza con una excepcional vista de la ciudad y al atardecer coincidí con el padre Apolinar en la misma; demasiada gente en los ascensores y decidimos bajar por las escaleras los cuatro pisos hasta nuestras habitaciones... al girar un tramo de escalera nos cruzamos con otras personas que subían andando y paramos para cederles paso, en un acto reflejo, en apariencia, el padre Apolinar posó su mano en mi espalda, pero al reanudar la bajada no se limitó a apartarla o empujarme levemente para que continuara. No, su mano se deslizó despacio desde el omoplato pasando por mi cintura y palpado descaradamente mis nalgas... fingí no darle importancia o dar a entender que lo tomaba como un accidente pero sentía palpitar el flujo dentro de mi vagina, no me había excitado, estaba como una perra en celo y durante unos segundo pensé que si no continuaba sería yo la que iba a abalanzarse sobre él. En el último recodo de las escaleras antes de llegar a nuestra planta paramos en seco porque oímos un fuerte ruido algunas plantas más arriba, como si alguien hubiera rodado por las escaleras....el padre Apolinar volvió a poner su mano en mi espalda pero esta vez apenas la mantuvo dos segundos dejando que se deslizara otra vez hasta mis nalgas, me quedé inmóvil, aumentó su confianza y esta vez recorrió con su mano todo el contorno, paró teniendo su mano entre la raya que separa mis nalgas, jugó con sus dedos y por fin se atrevió a meter la mano bajo el vestido, dejé escapar un suspiro de satisfacción cuando desde atrás uno de sus dedos rozó mi vulva ..... hizo girar mi cuerpo para tenerme frente a frente y meter su lengua en mi boca sin dejar de manosear mis nalgas. Como pude metí mi mano derecha entre su cuerpo y el mío, rocé su verga a través del pantalón, ¡Dios! estaba duro, muy duro y al tacto parecía que estaba armado algo más de lo normal. Estaba empezando a correrme, no terminaba de convencerme de lo que estaba tocando; bajé la cremallera de su pantalón y metí la mano, tras rebuscar unos segundos entre la tela de su ropa interior acabé por acariciar la piel de su falo..... duro, duro como un hierro y grueso, muy grueso. A lo largo de mi vida había conocido íntimamente a cuatro hombres, unos me parecieron con la polla algo más grande que la de otros pero en el caso del padre Apolinar, sin verla, intuía que era muy superior a todas las demás, estaba agarrándola y mi mano no se llegaba a cerrar a su alrededor.

Dejé entre abierta la puerta de mi habitación y entró en cuanto se cercioró de que nadie de nuestro grupo podía verle, el los apenas tres minutos que tardó en entrar me dio tiempo a esperarle completamente desnuda mirando la ventana, oi cerrar la puerta de la habitación y me parecieron una eternidad los dos minutos que pasaron hasta que le sentí a mi lado detrás mío. Pasó sus manos bajo mis axilas agarrando mis pechos y al pegar su cuerpo al mío entendí su tardanza en aproximarse, también él estaba desnudo... noté su magnífica polla pegada a mi cuerpo encajada entere mis nalgas mientras su lengua recorría mi nuca y mi cuello. El flujo de mi vagina comenzó a bajar entre mis muslos, me parecía que nunca había sentido tanta excitación y para ser un cura, supuestamente una persona que no tiene mucha actividad sexual sabía muy bien lo que hacía: Colocó sus dos manos entre mis piernas, un dedo de su mano izquierda estaba dentro de mi coño mientras su dedo pulgar frotaba mi clítoris, la otra mano metida entre mis nalgas, había conseguido hundir un dedo en mi culo..... ¡ joder ! no lo podía soportar, hacía que me retorciera de placer follándome ambos agujeros con sus manos mientras me pajeaba con su dedo pulgar.
Hizo que me diese la vuelta y con mis manos apoyadas sobre un escritorio sentí como se metía dentro de mi, ¡si! ahora estaba siendo consciente de que su polla era gruesa, muy gruesa; una vez dentro, apoyó sus manos sobre mis hombros y comenzó un lento mete-saca que me hizo gritar pidiéndole que me follase fuerte. Fue acelerando poco a poco, cambió y colocó sus manos sobre mis caderas agarrándome fuertemente y entonces si, entonces comenzó a follarme de forma casi brutal, a veces me hacía daño pero lo compensaba sobradamente lo que me estaba haciendo sentir, algo que jamás había sentido. Cuando le supliqué que parase, que mis piernas no me sostenían me llevó casi arrastras hacia la cama, se tumbó sobre ella con su vibrante y brillante falo apuntando hacia el techo y me incliné para mamárselo, apenas estuve tres minutos, lo que deseaba era tenerlo dentro otra vez.... me senté sobre él hasta que su pelvis chocó contra mis nalgas e inicié un violento sube y baja haciendo que al chocar su pelvis contra mis nalgas sonase como si me estuviera dando cachetes, me sujetó por las caderas empujándome contra él al tiempo que alzaba su pelvis como queriendo meterse más dentro todavía, gruñó, dejó escapar un "¡ la virgen !" y sentí como se vaciaba dentro de mi. Unos minutos después me asomé al pasillo para cerciorarme de que nadie iba a verle salir de mi habitación.







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発行者 maduranorte
4年前
コメント数
9
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manolo_bolo
manolo_bolo 3年前
muy morboso, el padre disfruta con las peregrinas.
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funnyet
funnyet 3年前
buen relato, gracias por monermela dura
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onanissta66
onanissta66 3年前
Excelente.
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casadinhosafado
Tia me dejo con la polla dura... haciendome paja y tocandome mi culito
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GOYOSO 3年前
Buenisimo
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adictooral
adictooral 3年前
Ave María Purísima!!! Cuanto morbo y que forma de describir tu encuentro con el párroco. Está claro que él logró llevarte al paraíso divino. Me encanta tu relato y tu forma de contarlo. Mmmmmmmm
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lumacofa
lumacofa 4年前
WOW que rica historia y rico cuerpo tienes..
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dnavia45 4年前
mmmm, quedamos y voy a verte en sotana?
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Joselillo70 4年前
Que bueno, vaya paja más hermosa ne he hecho 
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