Se Busca Chica Para Compartir Piso

Por aquella época, ya llevaba tres años casada, y ya el matrimonio no era lo que esperaba, mas bien no funcionaba . El siempre estaba fuera.

Mas tarde me enteraría de que tenia otra compañera fuera de casa.

Para entretener mi tiempo de soledad y de paso cuidar mi cuerpo, asistía diariamente a un gimnasio.Un día al finalizar mi entrenamiento y al entrar al vestuario, oí unos susurros y gemidos que me llamaron la atención.
Provenían de las duchas y poco a poco fui moviéndome entre las taquillas hasta que pude ver a una muchacha joven y por cierto preciosa, en la duchas. Mis ojos se fijaron en su mano que recorría su cuerpo haciéndose caricias, al tiempo que pasaba su otra mano entre sus piernas . Su cuerpo se contorneaba de placer.

Nunca había visto a otra mujer masturbándose, es mas ni siquiera lo había visto ni siquiera en mi, pues la verdad nunca lo había hecho. Sorprendida y absorta no podía de dejar de mirar aquel cuerpo dándose placer y permanecí mirando clandestinamente entre las taquillas contemplando como aquella chica se satisfacía personalmente. Cuando termino, corrí sigilosamente hacia mi taquilla y ella, al salir de la ducha, dijo "Hola, pensé que estaba sola en el vestuario", yo le conteste que acababa de entrar...

Ella se seco, se vistió y se marcho, mientras yo me desnudaba para darme una ducha. Al quitarme mi maillot, me di cuenta de que este estaba mojado. Me duche , me vestí y me marche en mi casa.

Aquella imagen se quedo grabada en mi mente. Iba y venia, recordando aquel cuerpo como se masturbaba, sentía cierto morbo y notaba como un rumor entre mis piernas, algo que me proporcionaba un extraño placer. Sin saber como ni por que, mi mano acariciaba por encima de mis braguitas mi sexo. Sentía oleadas que me subían por todo el cuerpo y mi mano cada vez mas ávida jugueteaba con mi sexo. Note mis braguitas mojadas y las baje hasta mis tobillos. Cuando mis dedos tocaron mi sexo húmedo y caliente, al sentir el roce de mis dedos, note como mi cuerpo se estremecía de placer y así ,poco a poco, fui sintiendo aquel gratificante placer. Me encantaba y volvía loca, nunca mi cuerpo había sentido nada igual y un placentero orgasmo dejo mi cuerpo satisfecho. Era la primera vez que me masturbaba.

En mi soledad la imagen de aquella chica, me producía un placer inmenso , pues cada vez que la recordaba terminaba masturbándome.En el gimnasio la seguía con la mirada allá donde iba, no podía apartar mi vista de ella, sentía una extraña obsesión por ella, me encantaba ver su cuerpo.

Una vez a la semana, me gustaba ir a la sauna. Era por la tarde y, como casi siempre, tomaba la sauna sola pues raramente solía haber alguna chica. Aquel miércoles me puse mi biquini para tomar la sauna y al entrar en ella me quede petrificada. Allí estaba ella, desnuda , tumbada en el banco. Nos saludamos, me senté en el banco de enfrente y disimuladamente entre el vapor la miraba. Ella me pregunto por la razon de tomar la sauna con el biquini y me incito a quitármelo. Le dije que no, que me daba vergüenza. Ella me hizo ver que entre dos mujeres nada había que ocultar y sin saber como, me convenció y me desnude. Ella se alegro y comenzamos una conversación sin gran trascendencia, hablando de cosas del gimnasio,. Se sentó en el mismo banco que yo y mientras me hablaba puso sus piernas abiertas delante de mi, dejando todo su sexo al descubierto. Mis ojos la miraban y la recorrían observando todos los detalles de su cuerpo. Intentaba disimular, pero parecer ser que se notaba demasiado que no podía dejar de mirarla. Ella se levanto y me dijo que se marchaba.

Nuevamente me quede sola y mi mente se disparo. Recordaba cada detalle de su cuerpo, de como se masturbaba y con su imagen sentí unas ganas irresistibles de masturbarme.Pero no lo hice en aquel momento.

Salí de la sauna y me encontré sola en el vestuario. Ella se había marchado. Me metí en la ducha y fue allí donde empece a masturbarme. Me encantaba la sensación del agua en mi cuerpo mientras mis dedos jugueteaban con mi sexo. Estaba absorta cuando de pronto note alguien detrás de mi...¡ Era ella con una toalla en la mano! ...Me puse colorada y se me corto todo. Quería que la tierra me tragara. Sin embargo, ella no parecía para nada escandalizada y me dio la toalla acercándose a mi. De repente me dio un suave beso en la boca y me dijo que me esperaba en la cafetería de enfrente.

Yo estaba petrificada , no reaccionaba y sentí unas ganas terribles de salir corriendo. Me vestí y salí con paso rápido del gimnasio. Al salir mire de reojo a la cafetería y allí estaba ella. Pero cogí mi coche y me marche a mi casa.

En el camino mi mente estaba disparatada, sentía una vergüenza terrible, al mismo tiempo que sentía un cosquilleo entre mis piernas. Mi sexo me ardía y recordaba su cuerpo y aquel suave beso. Cuando me di cuenta mi coche volvía de nuevo al gimnasio... ¡Estaba en la misma calle del gimnasio!

Un semáforo me hizo parar y al mirar a un lado mi corazón dio un vuelco. Ella estaba en el paso de peatones, y sin mas se acerco al coche y subió.

-Te he estado esperando- me dijo.

Yo no sabia que decirle y solo intentaba justificarme. Ella sonreía e intentaba hacer que comprendiera que no pasaba nada. Yo no sabia que decir e intentaba una y otra vez justificar mi comportamiento. De pronto, en otro semáforo, sentí su mano entre mis muslos al tiempo que me decía "¿Te gusta esto?". Mis piernas se cerraron dejando atrapada su mano entre mis muslos. No me atrevía a mirarla, estaba bloqueada, me temblaban las piernas, los demás conductores me pitaban y como pude aparte el coche hacia un lado. No nos decíamos nada, ella con su mano entre mis piernas y yo con mis muslos apretándola y mi mirada fija mirando hacia delante.

Poco a poco mis piernas se fueron abriendo y sentía como sus dedos acariciaban mis muslos y subían hacia mis ingles. Note sus dedos recorriendolo todo dandome oleadas de placer. Mis ojos estaban cerrados cuando sentí sus dedos recorriendo mi sexo por encima de mis braguitas. Sentía un estremecimiento por todo el cuerpo y me dejaba hacer aferrándome fuertemente el volante de mi coche. Así estuvimos no se cuanto tiempo.

La gente pasaba cerca del coche. Ella se acerco a mi oído y me dijo" Vamos a mi apartamento". Abrí los ojos , ella se acerco y me beso en la boca y me guío por las calles. Yo la miraba de reojo y no sabia que hacer . Sentía unas ganas tremendas de besarla y al mismo tiempo sentía vergüenza.

Llegamos aun edificio, y bajamos al aparcamiento del edificio. Estaba oscuro y cuando pare el coche, se acerco de nuevo y empezó a besarme apasionadamente, al tiempo que cogía mi mano y la situaba entre sus piernas. Sentí un placer inmenso con el calor de sus muslos entre mis dedos. Ella me besaba. Me encantaba saborear aquella boca. Su mano se metió entre mis muslo y empezó a juguetear con mis braguitas y mi sexo. Yo ya había alcanzado sus braguitas y sentía entre mis dedos el calor de su sexo. De pronto su mano aparto mis bragas e introdujo sus dedos entre mi sexo. Sentí como mi cuerpo se estremecía y abrí mis piernas aun mas. Notaba como sus dedos recorrían mis labios ardientes y mojados , su cálida lengua en mi boca y el calor de su sexo entre mis dedos. Me deje llevar y sentí un grato y excitante orgasmo. Estaba extasiada.

Me dijo que fuésemos a su casa, y nos dirigimos al ascensor. Al cerrarse las puertas me lance encima de ella y empece a besarla apasionadamente,. Ella me aparato y me dijo que tuviera paciencia, que esperara a llegar. Sentía que mi sexo ardía, estaba mojado, y frotaba mis piernas una contra otra excitadísima. Abrió la puerta de su apartamento y tan pronto se cerro me eche encima de ella a besarla. Poco a poco me llevo a un sofá donde hizo que me sentara, y se arrodillo delante de mi. Al tiempo que me besaba desabrochaba mi blusa y soltaba mi sujetador dejando mis pechos al aire. Me besaba por todas partes, me besaba la boca y acariciaba mis pezones y también me los mordía y lamía. Yo me dejaba hacer manteniendo mis ojos cerrados. Solo sentía el inmenso placer que recorría todo mi cuerpo.

Cogió mis muslos, los cerro y quito mi braguitas. Estiro de mis piernas hasta dejarme al filo del sofá y me las abrió. Atónita vi como su cabeza se metía entre mis piernas, y sentí el calor de su lengua hurgando en mi sexo. Cogí su cabeza y cerré mis ojos sintiendo un placer inmenso. Aunque conocía esa experiencia , pues mi marido me los había hecho de vez en cuando, no tenia nada que ver la dulzura de su lengua recorriendo mi clítoris y mis labios su cálida lengua intentando entre en mi sexo. Sentía como el placer subía y subía y me di cuenta de que a explotar. Tuve un orgasmo salvaje.

Cuando no pude mas, la aparte de mi. Ella se levanto y comenzó a desnudarme, al tiempo que me decía que la decía que la desnudara a ella. Entre risas y besos nos quitamos toda la ropa, me abrace a ella. Me encanto sentir el calor de su cuerpo contra el mío y sus pezones rozando mi piel. Ella se sentó en un sillón y cogió mis manos tirando de ellas, quería que me arrodillara y yo me enrojecí pues nunca había hecho eso. Me acurruque entre su pecho y le dije que me daba vergüenza, que nunca lo había echo. Ella levanto mi cara, y al tiempo que besaba el lóbulo de mi oreja me decía al oído " Te ha gustado lo que yo te he hecho, házmelo tu igual a mi". Abrió sus piernas, cogió mi cabeza y la llevo entre sus piernas . La acerco a su sexo. Cuando sentí el calor de su sexo en mi boca quise hacerme hacia atrás pero ella apretó mas mi cara al tiempo que movía su cadera , frotando su sexo contra mi cara. Poco a poco mis labios sintieron el calor húmedo de su sexo y el aroma de su chochete. Ella seguía frotando su sexo contra mi boca y yo sentía un placer especial hasta que mi lengua empezó a lamer aquel sexo sin ninguna vergüenza y empece a saborear sus jugos. Ella se retorcía mas y mas produciéndome un placer inmenso. Mi mano fue hacia mi sexo y me masturbaba mientras mi boca lamía aquel cálido y mojado coño. Sentí un placer inmenso cuando mi lengua penetro en su vagina y, enloquecida por el placer, lamía y lamía...

Nos corrimos la dos al mismo tiempo y una vez satisfechas, nos quedamos abrazadas .Yo entre sus piernas con mi cabeza en su vientre.

Así permanecimos largo rato y hasta que ella me cogió de su mano y me llevo a su cama. Nos besamos suavemente, nos abrazamos y nos quedamos dormidas y satisfechas

Fue el primer día que no dormí en casa.