Una aventurilla

Hola, mi vecina me dejo hace tres meses la llave de su piso por si venían a revisar el termo. A las once escuche como llamaban al lado, sali y abri la puerta de mi vecina. Eran dos pero el mas joven se fue a hacer otro trabajo y se despidió hasta la tarde de su compañero. Me quedá allí porque estaba aburrida. Era un tio de unos 60 que estaba fuertote y el vello se le salia por la camisa. Con dos o tres miraditas ya estaba perrisima. Se agacho y se le vio la hucha, tenia el culete peludito pero fuerte y muy masculino, y me acabo de matar. Me pidio un poco de agua. Aunque yo no iba nada femenina es verdad que soy muy amanerada y el tio se dio cuenta al momento lo que tenia por delante. Pense que pasaria de mi, pero se puso a tontear y me dijo que me sentaba muy bien el tanga blanco que llevaba. Me sonroje un poco, le pregunte que como se habia dado cuenta y me dijo que en uno de los movimientos había visto el filito y que yo tenía un culito muy redondito y morenito como los que a el le gustaban. -¿Lo quieres ver mejor?. Eso no se pregunta, respondio el, asi que me quite los vaqueros y me di la vuenta echandome sobre la encimera. Me dio un cachete y se abrio la camisa . Me encanto acariciar su pechote velludo y le abri la braqueta. Tenía un rabo no muy grande pero si muy gordito, y de piel rosita, así que se la mamé un poco. Me cogió a pulso y me llevo al sofa y me dio lo mio abriendome de piernas. Me dio una follada increible, corriendose en mis tetitas, y me pidio el numero de telefono, que yo, claro le di.
(continuara)