LA SORPRESA
Por fin llego el dia de la sorpresa, mi mujer me prometió que me daría un regalo que según ella no se me olvidara jamás. Ella me vendo los ojos y me dijo -espérate en el salón y cuando yo te avise subes al dormitorio, pero con los ojos aún vendados-, yo estaba muy nervioso, por lo que conozco a mi mujer seguro que era algo relativo al sexo. Y al poco rato me dio una voz y me dijo -ya puedes subir-.Llegué al dormitorio con cuidado de no tropezar, entré y noté que allí había alguien más.
Hice el amago de quitarme la venda de los ojos, pero ella me regañó, -no amor aún no te lo quites- Me quitó toda la ropa y me agarró la polla y me dijo ven ahora….
Me hizo que me pusiera de rodillas junto a la cama y al poco, me dijo : -aquí tienes mi sorpresa-, acto seguido tenía la punta de un enorme polla tocando mis labios. Me puse nervioso, y ella me quitó por fin la venda. Para mi sorpresa era el amigo de mi mujer, y ella se echó a reír.
Ella me dijo, como veo que te gusta bastante el semen, te he traído a mi amigo que ha aceptado a que se la chupemos entre tú y yo hasta el final para que saborees una buena polla dura y sepas sacarle toda la lefa.
Me puse nervioso, no sabía cómo empezar, Ella empezó, para cortar un poco el hielo se puso a lamerle el rabo a todo lo largo… Ella acercó mi cabeza y me dijo empieza a chupar tú por tu lado y yo por este. Asi que empecemos subiendo y bajado con nuestros labios y lengua por esa descomunal polla. Él chaval estaba en el séptimo cielo con las lamidas que le hacíamos, echó un poco la cabeza para atrás y se relajó.
Ahí estaba yo y mi mujer comiéndole el rabo a su amigo, la situación era de lo mas excitante, se me había puesto mi polla bien dura. Lo notó mi mujer cuando me echó mano a la entrepierna. Nos turnábamos para chuparle también los huevos que los tenía bien depilados.
Teníamos su polla chorreando de babas, cada lamida que le dábamos al chaval notábamos que se estremecía de placer
Venga ahora métetela en la boca, me dijo mi esposa. Me costó bastante, pero al final pude meterme en la boca parte de su polla. Era una sensación bestial, notar parte de su rabo metido en mi boca, notar sus palpitaciones.
Mi mujer me volvió a tocar mi polla y me empezó a pajear, estaba tan excitado que tuve que quitarle la mano porque me iba a correr muy rápido entre la excitación y mi eyaculación precoz.
El amiguete follador de mi mujer, parecía que ya tampoco podría aguantar mucho más por los resoplidos que daba cuando nos turnábamos a mamársela, primero uno después el otro. El machote nos hizo un gesto que ya no aguantaba más…. Asi que empecemos aumentar el ritmo de las lamidas a dúo, y chupadas, hasta que mi mujer me dijo – es toda para ti, asi que me hizo metérmela en la boca mientras ella le lamia los huevos y ya el chaval no aguantó más y gruñó como loco…. Al segundo tenía su lefa en mi boca, notaba como se contraía su polla por cada chorro de semen que me inundaba la boca. Tuve que sacármela porque me iba a ahogar de la barbaridad de semen que echó el cabrito.
Parecía un cañón, no paraba de echar leche, mi mujer se partía de risa, al verme inundado de lefa. Parece que ya paraba de echar semen, le dije con la boca llena -no veas niño vaya corrida nos has regalado.
El amigo aún temblaba del placer, nos dijo -el placer es mío, ¡vaya mamada me habéis dado! sois unos pervertidos de los buenos-
Con la boca llena de su semen calentito, mi mujer me dio un beso, menudo beso con sabor a macho, nos repartimos el semen entre su boca y la mía, no paramos de besarnos, de lamernos la cara, al poco no había nada de semen, nos lo tomamos todo.
Él, ya tenía el pene plácido y relajado, pero yo estaba tan excitado que cogí a mi mujer y la puse a cuatro patas y se la metí hasta el fondo de su coñito. Pude aguantar hasta que ella se corriera un par de veces y ya no pude aguantar y le llené su chochete de mi semen.
Él se fue muy contento, y nosotros estábamos mas que contentos, se nos habría otras opciones en el sexo que nos gustaban a todos.
Hice el amago de quitarme la venda de los ojos, pero ella me regañó, -no amor aún no te lo quites- Me quitó toda la ropa y me agarró la polla y me dijo ven ahora….
Me hizo que me pusiera de rodillas junto a la cama y al poco, me dijo : -aquí tienes mi sorpresa-, acto seguido tenía la punta de un enorme polla tocando mis labios. Me puse nervioso, y ella me quitó por fin la venda. Para mi sorpresa era el amigo de mi mujer, y ella se echó a reír.
Ella me dijo, como veo que te gusta bastante el semen, te he traído a mi amigo que ha aceptado a que se la chupemos entre tú y yo hasta el final para que saborees una buena polla dura y sepas sacarle toda la lefa.
Me puse nervioso, no sabía cómo empezar, Ella empezó, para cortar un poco el hielo se puso a lamerle el rabo a todo lo largo… Ella acercó mi cabeza y me dijo empieza a chupar tú por tu lado y yo por este. Asi que empecemos subiendo y bajado con nuestros labios y lengua por esa descomunal polla. Él chaval estaba en el séptimo cielo con las lamidas que le hacíamos, echó un poco la cabeza para atrás y se relajó.
Ahí estaba yo y mi mujer comiéndole el rabo a su amigo, la situación era de lo mas excitante, se me había puesto mi polla bien dura. Lo notó mi mujer cuando me echó mano a la entrepierna. Nos turnábamos para chuparle también los huevos que los tenía bien depilados.
Teníamos su polla chorreando de babas, cada lamida que le dábamos al chaval notábamos que se estremecía de placer
Venga ahora métetela en la boca, me dijo mi esposa. Me costó bastante, pero al final pude meterme en la boca parte de su polla. Era una sensación bestial, notar parte de su rabo metido en mi boca, notar sus palpitaciones.
Mi mujer me volvió a tocar mi polla y me empezó a pajear, estaba tan excitado que tuve que quitarle la mano porque me iba a correr muy rápido entre la excitación y mi eyaculación precoz.
El amiguete follador de mi mujer, parecía que ya tampoco podría aguantar mucho más por los resoplidos que daba cuando nos turnábamos a mamársela, primero uno después el otro. El machote nos hizo un gesto que ya no aguantaba más…. Asi que empecemos aumentar el ritmo de las lamidas a dúo, y chupadas, hasta que mi mujer me dijo – es toda para ti, asi que me hizo metérmela en la boca mientras ella le lamia los huevos y ya el chaval no aguantó más y gruñó como loco…. Al segundo tenía su lefa en mi boca, notaba como se contraía su polla por cada chorro de semen que me inundaba la boca. Tuve que sacármela porque me iba a ahogar de la barbaridad de semen que echó el cabrito.
Parecía un cañón, no paraba de echar leche, mi mujer se partía de risa, al verme inundado de lefa. Parece que ya paraba de echar semen, le dije con la boca llena -no veas niño vaya corrida nos has regalado.
El amigo aún temblaba del placer, nos dijo -el placer es mío, ¡vaya mamada me habéis dado! sois unos pervertidos de los buenos-
Con la boca llena de su semen calentito, mi mujer me dio un beso, menudo beso con sabor a macho, nos repartimos el semen entre su boca y la mía, no paramos de besarnos, de lamernos la cara, al poco no había nada de semen, nos lo tomamos todo.
Él, ya tenía el pene plácido y relajado, pero yo estaba tan excitado que cogí a mi mujer y la puse a cuatro patas y se la metí hasta el fondo de su coñito. Pude aguantar hasta que ella se corriera un par de veces y ya no pude aguantar y le llené su chochete de mi semen.
Él se fue muy contento, y nosotros estábamos mas que contentos, se nos habría otras opciones en el sexo que nos gustaban a todos.
il y a 1 an