Lo arrodillé, le apreté el collar y empecé a entrenarlo verbalmente. Frase tras frase: “Soy solo una sissy obediente. No pienso, solo sirvo. Mi ropa me define”.
? Mientras más hablaba, más se entregaba. La ropa apretada, el maquillaje corrido, y la voz rota.
? Esclavitud verbal y sumisión absoluta.
? Escríbeme y entra al canal VIP para ver cómo cae más profundo.

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