La bailarina de ballet
Ella se movía por el lugar bailando, el leotardo se pegaba más a su cuerpo con cada movimiento, denotando cada borde y en cada pronunciada copa el fantasma de un pezón se asomaba tras la tela mientras una a una sus costillas se fueron uniendo a la imagen.
El sonido agudo de la flauta seguía manando de algún lugar, mientras entre jadeos y esbozos de sonrisas, ella brincaba y volaba elevándose y descendiendo, haciendo del erotismo un accesorio más para ese privado espectáculo que me ofrecía.
Yo, simplemente ahogado en su perfume, que mesclado con el aroma de su sudor salpicaba el lugar, estaba sentado, mientras ella se aleja y acercaba meneado la cadera y agitando con gracia los brazos, entretanto la figura de su ombligo se pegaba a la tela finísima mientras ella mantenía siempre sus grandes ojos negros fijos en mi.
Note como su vientre enloquecía y sus muslos devoraban la fina tela del leotardo que se hundía más y más en las fronteras de sus muslos rosados.
Ven. Extendió la mano y el echo de su vos se Alzó sobre la música
Me levanté excitado, solo verla me hacía hervir la sangre y deseaba tocarla
Acercarte . Hablo de nuevo y un pulso frio paralizó mi cuerpo
Ella dejo el baile y dio el paso que faltaba para que nuestros cuerpos por fin se tocaran, los dedos de mí mano izquierda arrasaron su cabello liso casi tan suave como su piel, entretanto pasé mi mano derecha por la curva de su espalda, ella inspiró, y el suave aire que sorbían sus labios ansiosos, se prolongó tanto como el paso de mis dedos por su espina.
Me detuve.
Sus caderas aguardaban su piel se excitaba a la defensa de los dedos
Baja susurro débilmente entre mis brazos
Sus labios se pegaron a los míos mientras mis dedos pasaba en límite entre su espalda y su culo
Me llene las manos de su piel ella entreabrió sus muslos y montándose en mi pierna dejó caer su peso sobre mí.
Note sus labios contorneados por el hueso rocío que ya empapaba mi muslo desnudo ella Fortabat ansiosamente su intimidad contra mi piel
Me quema!!
Murmuro nuevamente y su perfume dulce rozó mi nariz
Te necesito aquí dijo guiando mi mano hasta su entrada
Busco mi entre mí piernas
Ven …
Finalmente cedí el calor me quemaba igual que a ella consumiendo mi razón ya no éramos maestro y alumna éramos simplemente un hombre y una mujer
Amándose …
El sonido agudo de la flauta seguía manando de algún lugar, mientras entre jadeos y esbozos de sonrisas, ella brincaba y volaba elevándose y descendiendo, haciendo del erotismo un accesorio más para ese privado espectáculo que me ofrecía.
Yo, simplemente ahogado en su perfume, que mesclado con el aroma de su sudor salpicaba el lugar, estaba sentado, mientras ella se aleja y acercaba meneado la cadera y agitando con gracia los brazos, entretanto la figura de su ombligo se pegaba a la tela finísima mientras ella mantenía siempre sus grandes ojos negros fijos en mi.
Note como su vientre enloquecía y sus muslos devoraban la fina tela del leotardo que se hundía más y más en las fronteras de sus muslos rosados.
Ven. Extendió la mano y el echo de su vos se Alzó sobre la música
Me levanté excitado, solo verla me hacía hervir la sangre y deseaba tocarla
Acercarte . Hablo de nuevo y un pulso frio paralizó mi cuerpo
Ella dejo el baile y dio el paso que faltaba para que nuestros cuerpos por fin se tocaran, los dedos de mí mano izquierda arrasaron su cabello liso casi tan suave como su piel, entretanto pasé mi mano derecha por la curva de su espalda, ella inspiró, y el suave aire que sorbían sus labios ansiosos, se prolongó tanto como el paso de mis dedos por su espina.
Me detuve.
Sus caderas aguardaban su piel se excitaba a la defensa de los dedos
Baja susurro débilmente entre mis brazos
Sus labios se pegaron a los míos mientras mis dedos pasaba en límite entre su espalda y su culo
Me llene las manos de su piel ella entreabrió sus muslos y montándose en mi pierna dejó caer su peso sobre mí.
Note sus labios contorneados por el hueso rocío que ya empapaba mi muslo desnudo ella Fortabat ansiosamente su intimidad contra mi piel
Me quema!!
Murmuro nuevamente y su perfume dulce rozó mi nariz
Te necesito aquí dijo guiando mi mano hasta su entrada
Busco mi entre mí piernas
Ven …
Finalmente cedí el calor me quemaba igual que a ella consumiendo mi razón ya no éramos maestro y alumna éramos simplemente un hombre y una mujer
Amándose …
6 years ago