Mi vecina es mi amante parte 2
Las manos de Patricia se dirigieron hacia mi pantaloncito de baño y lo arrancó salvajemente.La pija apareció erecta por sobre el agua y se adhirió a su vientre firme. Otra mano se extendió y tomó mis testículos, estremeciéndolos, balanceándolos.Sus pechos me parecían increíbles y deslicé mi carne erecta en el profundo valle de su busto.Sus cálidos pechos producían una sensación maravillosa contra mi piel endurecida. Comencé a embestir hacia arriba y abajo con toda mi fuerza.Patricia parecía disfrutar de lo que yo le hacía.Sus gemidos se unían a los míos y ella encimó los pechos, apretándolos alrededor del sexo latente que parecía crecer a cada instante entre sus tetas.Finalmente, lancé mi chorro de semen bañando su cara y su pelo.Mientras trataba de recuperar el aliento, Patricia se metió bajo el agua para limpiarse el rostro. Luego, nadó hacia mi pija semierecta y colocó la boca alrededor.Mi sexo quedó entre sus labios y lo apretó ligeramente con los dientes, haciendo que nuevamente volviera a crecer.Volvió a salir en busca de aire y se desprendió de su tanga.Pude ver su vello púbico de un tono castaño claro.Repetía entre gemidos que estaba ardiendo y quería que la poseyera.Sus palabras fueron melodía para mis oídos.Salimos del agua y comenzamos a besarnos. Sus manos me acariciaban por abajo mientras las mías rodeaban sus nalgas.La empujé hacia el suelo y se apoyó sobre las manos y las rodillas.Recorrí la división de sus nalgas con un dedo y ella alzó las caderas.Los dedos separaron los labios de su concha y entraron en la raya lubricada por sus jugos.Gimió cuando, por las caderas, apoyé la pelvis sobre su hendidura.Los músculos de su vagina oprimieron con fuerza. Comencé a bombear inclinado sobre su cuerpo.Me apreté contra la espalda para tomar sus senos grandes y colgantes entre mis manos y apretado a ella con fuerza, acometí con energía.Debajo de mí, Patricia temblaba y los espasmos de su orgasmo la sacudían una vez tras otra.Su capacidad para terminar con tanta facilidad me excitó y a los pocos instantes estallé nuevamente.La sensación era hermosa, me afirmé con más fuerza en sus pechos mientras mi semen caliente la inundaba toda.Mi garganta no contuvo un grito salvaje.Cuando todo había terminado, me acosté junto a Patricia acariciando sus senos.Estábamos en esa situación de paz y satisfacción, cuando escuchamos el automóvil de mi mujer.Nos vestimos a la velocidad de un rayo. Fue tal el alboroto que por poco no nos da un infarto.Por suerte, mi esposa no se dio cuenta de nada, pero tuve que volver a la piscina para relajarme un poco mientras ellas buscaban dentro el vestido que Patricia necesitaba.
Despues de un mes Patricia se fue a otro país con su esposo y nunca la volví a ver
Despues de un mes Patricia se fue a otro país con su esposo y nunca la volví a ver
7 years ago