Mi Primera Vez Con Una Prostituta

Apenas llegué del colegio tomé una ducha y me fui a la casa de mi tío. “Te quiero en mi dormitorio desnuda, con tu correa de perra al cuello, en cuatro patas y tus calzones y sostenes sucios en la boca mañana, tan pronto llegues del colegio”, esas fueron sus órdenes la noche anterior. Ni mi padres ni mi tía iban a estar por el fin de semana, lo que significaba que iba a tener a mi tío nuevamente para mí. Estuve con la idea metida todo el día, que mi concha estuvo mojada desde la mañana. Llegué a mi casa, pasé a la de mi tío, me desnudé en el living y corrí a su habitación en el segundo piso, saqué la correa que guardaba en un cajón del arrimo del pasillo y comencé a gatear hacia su puerta con mis calzones sostenes (que no me había sacado desde Viernes pasado….y era Viernes de nuevo). Una semana completa sin cambiarme. Estaban MUY hediondos. Llegué a su habitación y me quedé paralizada: mi tío estaba sentado a una orilla de la cama; y había una mujer rubia de piernas largas, pechos no muy grandes y que sólo vestía botas de taco aguja de horma larga, hasta un poco más arriba de la rodilla, que le estaba mamando la verga. Mi tío me vio y sonrió. Tomó de la cabeza a la mujer. Ella dejó de mamar y se volteó a mirarme; se limpió la boca con la parte de atrás de la mano (porque seguramente se la estaba chupando como le gusta a mi tío: con mucha saliva y bien adentro de la garganta. Se puso de pie y avanzó hacia mí. Se puso en cuatro patas como yo: “Tú debes ser Etel. Tu tío dice que eres una perra exquisita…eres muy atractiva. Mi nombre es Ana, soy prostituta de verdad; yo le cobro a tu tío por hacer las cochinadas que hace contigo…puta. A mi me busca y me paga, mientras tú lo haces gratis...qué tierna! Pero no estoy aquí para quitártelo, estoy aquí porque él quiere que te enseñe a ser una perra como a él le gusta…no me malentiendas, le gustas mucho, pero podemos mejorarte. Vas a aprender a darle placer no sólo a tu tío, si no que a cualquier hombre que quieras”. “Dale la ropa”, ordenó mi tío, entonces Ana se acercó y tomó mi ropa sucia desde mi boca con la suya y gateó hasta donde estaba mi tío. Él comenzó a olerla y noté que su verga se paraba de nuevo. Ana volvió gateando hacia mi. “Haz lo que te ordenemos, perra”, fue la orden de mi tío. “Tu ropa huele bien…quizá me la ponga y me haga una paja para que tu tío me mire y luego te haga lamerla”. Esa idea me gustó. Entonces, Ana me dio un beso en la boca, tomó mi correa y se puso de pie. “Camina” y me paseó como una perra por toda la habitación. Me calentaba estar siendo humillada por una prostituta que le tiraba besos a mi tío que se pajeaba mirando cómo humillaban a su sobrina, a mi me calentaba ser tironeada de la correa por una mujer a la que los hombres le pagaban para que les chupara la verga, se comiera su semen o simplemente para que los pajeara, y me calentaba mucho más ver sus piernas largas enfundadas en botas de cuero. “Lame”, fue su orden, “Lame mis botas”. Así comencé a lamerle las botas con mucha saliva. Mientras lo hacía, me tocaba la concha que ya la sentía completamente mojada. Sentía mi saliva correr por esas botas y me preguntaba si alguien más las había lamido antes; y llegué a la conclusión de que habría hombres y mujeres que no sólo le habían pagado para lamerlas, si no que también le habían pagado para orinarlas quizá, o acabar en ellas.
Mi tío nos llamó, Ana me subió a la cama y comenzó a manosearme las tetas; mi tío miraba con la verga parada. “¿Te gusta que una mujer te acaricie?” Me preguntaba y me metía la lengua en la boca. Intercambiamos saliva hasta que comenzó a caer sobre nuestras tetas. Me puso de espaldas en la cama, y se sentó en mi cara. Sin esperar la orden, comencé a lamerle la concha. Ya estaba mojada, le gustaba dominarme. Su concha era de una mujer mayor que yo, obviamente, de unos 25 (luego me enteré que efectivamente tenía23)y muy peluda, no se depilaba porque sus 6 o 7 clientes la preferían así. Mientras le lamía la concha me corrí unas dos o tres veces, no lo recuerdo, luego se subió de cuerpo completo y comenzó a frotarse contra mi. “Eres una putita bien entrenada, Etel…vas a aprender mucho…cerda asquerosa…mmmm…” Se quejaba como a mi tío le gusta que una se queje. Luego vino él, la tomó del pelo, ella gritó, la puso en 4 patas y le metió la verga por el culo de un solo golpe. Ana gritó. Mi tío la sacó y la volvió a meter. Ana volvió a gritar “Conchetumadre…desgraciado…me duele!! Métela hasta dentro…haz que me duela aaaaaaaaaahhh!!! Más a dentro!!!!” Mi tío le estaba metiendo a verga a Ana por el culo. La tenía agarrada de las caderas y ella gritaba de dolor y placer. Me miraba y su saliva caía de su boca, pero en su mirada había placer. Tragaba salía y seguía quejándose, mi tío le gritaba: “Puta conchetumadre….cerda sucia, perra culiá…aguántame la verga conchetumadre…siiii….¿te duele? ¿Te duele? Etel, pásale tus calzones sucios por la cara…que los huela y los lama muy bien…perra conchesumadre…” Me acerqué a Ana e hice lo que me ordenó mi tío. Ana lo disfrutaba. Yo me senté y comencé a pajearme con las piernas abiertas, mirando a mi tío, que se lo metía a Ana con rabia; y a Ana, cuyo culo se comía la verga de mi tío no sin dolor. De pronto la sacó y se acercó a mí. “Chúpala”, me dijo. Ana seguía en cuatro patas y me miraba lamiéndose los labios. “Chúpala, perra conchetumadre”, ordenó nuevamente mi tío. Me acerqué gateando sobre la cama y llegué a su verga. Tenía un condón puesto…pero tenía trozos de mierda por todas partes, mierda del culo de Ana. El olor era insoportable, tuve arcadas, pero mi tío me tomó del pelo y me acercó a su verga y yo trataba de no tocarla. “¿No eres mi puta? ¿No me obedeces? CHÚPALA cerda de mierda!” Y me agarró la cabeza y me metió la verga hasta la garganta. Yo trataba de no tocar con los labios esa verga enmierdada, pero al final no pude, tuve que lamer y saborear la mierda de Ana. Traté de provocar más saliva. El sabor y el olor eran horribles. Las bolas de mi tío chorreaban mi saliva. Ana se puso a mi lado y comenzó a besar mi cara, a lamer las bolas de mi tío y a decirme cosas…que me calentaron muchísimo: “¿Sabes cuántos hombres me han metido la verga en el culo? Sabes cuántas mujeres me han metido la lengua ahí? ¿Sabes, putita sucia, cuántos hombres han acabado dentro de mi culo? ¿Sabes lo que pagan para hacérmelo? Jajaja…putita cerda…lame mi mierda de la verga de tu tío…lámela y disfrútala…” Cuando estuvo el condón limpio, mi tío se lo sacó…pus a Ana de nuevo en cuatro patas y le metió la verga de un solo golpe…esta vez sin condón. Ana gritaba como marrano; y mi tío también: “Te voy a llenar el culo con leche, puta culiá…te lo voy a hacer pedazos como la última vez…perra asquerosa…” Y no fue más…mi tío agarró de las caderas a Ana y ambos se pusieron tiesos…mi tío estaba acabando y Ana se tragaba su semen con el culo. Ambos temblaron un par de veces…hasta que mi tío se lo sacó…me agarró del pelo y me puso detrás de Ana. “Lámele el culo y tómate la leche” Esa fue la orden. Lamí, lamí como loca, porque recordaba lo que Ana me había dicho acerca de los hombres que habían acabado en su culo, lamí su ojete y su concha. Ella seguía en cuatro patas, como una perra y mi tío se había sentado a fumar y a disfrutar del espectáculo. Llevaba un buen rato lamiendo a Ana, oyéndola gemir y tocándome, cuando mi tío llegó y me puso una especie de bozal. Una bola de goma con una correa que se pone en la cabeza. Ana lo miró, se incorporó y mientras mi tío me dejaba en cuatro patas y me amarraba de las muñecas y los tobillos a la cama; ella buscaba algo en su bolso: un vibrador. Entonces comprendí: iban a metérmelo por el culo. Comencé a tratar de gritar y soltarme para decirles que no quería, pero no me hacían caso. Ana besaba a mi tío y le acariciaba la verga; y le decía :”No le va a doler tanto…voy a tener cuidado, mi amor”
Me lamió el culo por un largo rato, me metía sus dedos delgados y mi ojete se dilataba, no mucho, pero lo sentía abrirse un poco. Se puso en frente de mi y me mostró el vibrador, cómo lo embardunaba con un gel, que era lubricante. “Te va a gustar Etel…te lo prometo” Traté de gritar nuevamente, pero no podía, hasta que Ana comenzó a meterme el vibrador. Primero la punta, luego un poco más adentro. No me dolía mucho. Mi tío se sentó en frente de mi, me sacó la bolita de goma de la boca, pero no me dio tiempo de gritar y me hizo chuparle la verga mientras mi culito virgen era violado con un consolador por una prostituta que se quejaba como en una película porno. Sentía el vibrador cada vez más adentro; y sentía dolor, pero también mucho placer; y entonces, Ana lo encendió. Tenía casi 28 cms de goma vibrando dentro de mi culo y una verga de más de 18 cms en mi garganta que no me dejaba gritar. Así me tuvieron por más de veinte minutos. Estaba cansada de estar en cuatro patas y de chuparle la verga a mi tío en esa posición tan incómoda. Hasta que mi tío se puso de pie, su verga chorreaba mi saliva que caí por sus bolas. “Está lista mi amor”. Mi tío me tomó de las caderas y Ana me puso la bolita de goma de nuevo, tomó la verga de mi tío y comenzó a meterla por mi culo con mucha suavidad. Pero era MUCHO más gruesa que el vibrador, tal vez menos larga, pero mucho más gruesa. Me hice la idea de no gritar. “Relaja el culo” me dijo Ana; “Así , mi putita….uuuuuffff…..así hasta que esté TODO dentro…perra conchesumadre...pensante que no te la iba a meter nunca por el culo?...Si la hueona de tu tía no me deja metérselo, siempre hay putas como Ana (y le metió la lengua en un beso lleno de deseo) que si lo harán…hay más putas, pero como el culo de Ana y ahora el tuyo…aaaahhhhh….cerda asquerosa...” Entonces me agarró fuerte de la cintura y comenzó a embestirme. Yo lloraba de dolor, pero el placer era más: mi tío me estaba humillando, pero me estaba diciendo que era mejor que su mujer, que yo era capaz de actuar como una puta callejera para darle placer y ella no. Ana miraba la escena mientras se metía el vibrador…y chorreaba sus jugos por la parte interior de sus muslos, se mordía los labios y olía mis calzones sucios, se me acercaba y me metía la lengua en la boca y me decía que era una perra callejera de las peores…Cuando las embestidas de mi tío eran cada vez más fuertes, entendí que estaba a punto de acabar… me dolía, sentía que su verga llegaba hasta mi intestino, apenas podía moverme, su verga era demasiado gruesa para mi culito que ya no era virgen. Ana acabó en un grito que me asustó, e inmediatamente lo hizo mi tío, inundándome el culo con su leche tibia, espesa y muy abundante. Pensé que iba a sacarlo de inmediato, pero lo dejo un rato más y me sujetaba de las caderas. Ana ya estaba a su lado y lo besaba con su lengua de puta y se aseguraba que yo oyera ese sonido de chasquidos de la saliva siendo metida nuevamente a la boca. Pasó casi un minuto y la verga de mi tío recién comenzó a hacerse más pequeña y comenzó a retirarlo. Me dolía, pero mis gritos eran ahogados por la bolita. La cama estaba chorreada de mi saliva. Ana me retiró la bolita y caí exhausta…mi tío se puso en frente, con su verga aún casi erecta…y trozos de mierda que habían quedado de mi culo. Lo miré, sonrió de una manera cruel; y Ana le tomó la verga y la acercó a mi cara. “Lámela perrita, es la verga de tu amo…¿no te gusta? Si ya lamiste la mierda de mi culo…¿sabes cuántos hombres han acabado ahí? No puede ser tan malo…LÁMELA!!!!” Y mi tío me la metió en la boca. Lía horrible, tuve arcadas y muchas ganas de vomitar, pero la lamí como a mi tío le gustaba: con mucha saliva y harta lengua. Me sacó la verga de la boca y me dio una cachetada. “Anda a lavarte la boca, maraca de mierda”. Cuando estuve en el baño me miré en el espejo y vi a una jovencita con los ojos enrojecidos de llorar, despeinada, bañada en sudor y muy cansada. Ana llegó al baño, me tomó del pelo y me puso de rodillas en la ducha. Me puso la concha en la cara y comenzó a frotarla. Yo comencé a lamerla, cuando sentí los primeros chorros de orina caliente. Me quedé quieta, ella me meó. Estaba siendo meada por una prostituta real, estaba siendo humillada por una mujer a la que le pagaban para ser humillada. No me imaginaba si podía caer más bajo; y eso me calentaba mucho. Cuando terminó, escupió mi cara y me dijo: Ahora puedes limpiarte. Cuando salí del baño, estaban ella y mi tío en la cama, ella le acariciaba las bolas mientras conversaban. Mi tío me extendió la mano y me atrajo hacia su lado derecho y ma abrazó. “Eres la mejor, Etel. Te quiero mucho, me encanta que seas mi perra, mi puta personal” Y me besó. “Deberíamos trabajar juntas” dijo Ana “hay un grupo de viejos degenerados que les gusta culearme vestida de colegiala, estoy segura que pagarían muy bien si les llevo a una colegiala de verdad, una colegiala tan puta como tú” “¿Quieres que me acueste con otros hombres por dinero?” Le pregunté “Eso es lo que hacemos las putas. Es un grupo de cuatro viejos, cuando más van a manosearte y lamerte la concha, no se les para…jajajajajaja…además, de los cuatro hay sólo dos que podrían hacerte algo, a los otros dos les gusta mirar mientras se chupan la verga, son un par de viejos maricones voyeristas” Mi tío me miró “Quiero que lo hagas. Quiero que esos viejos abusen de ti, que te usen, que te humillen y que luego llegues a mi, sucia, hedionda a otros cuerpos, hedionda a semen, a la concha de Ana. Quiero que lo hagas” Me calentó la idea, pero no sabía si iba a calentarme con los viejos…pero mi amo me lo estaba ordenando, así es que acepté.
Published by etellaperra
11 years ago
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noto33 9 years ago
Que incredible story.....loved it!!!
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greenrhino 9 years ago
se me puso dura de leerlo
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caravellebajo
me sigo masturbando cada vez que la leo...es pura livido
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Cermega
Cermega 10 years ago
uuuffffff mas!
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simmadune
simmadune 11 years ago
Uffff como me puso esta historia, me pone muy duro cuando dice “¿Sabes cuántos hombres me han metido la verga en el culo?" Uhhh ahi me la toquè fuerte fuerte...
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el_follador 11 years ago
con esta historia me masturbe que rico
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frenchpanam
frenchpanam 11 years ago
Que plazer de leer una historia asi
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Cermega
Cermega 11 years ago
uuufff seeeee
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