De compañera a secretaria y esclava
Pasaba desapercibida, pero se encargó de darse a conocer, comenzó a ser muy agradable, sobre todo cuando solo quedábamos los dos en la oficina. No me permitía coger el teléfono, o abrir la puerta, me preguntaba si quería agua, o un café, y todo cuando nos quedábamos solo en la oficina.
Tras semanas así subió la apuesta con preguntas ¿necesitas algo?, siempre cuando nos quedábamos solos, y con una cara de traviesa que solo con eso se me ponía dura. Incluso noté que controlaba el horario de todos los compañeros, y cuando sabía que nos íbamos a quedar solos esa tarde traía una ropa un poco más "especial", ya sabéis, pantalones bien ajustados al culo, ombligo al aire, ya sabéis como son las chicas de 25.
Le dije:
Últimamente pareces mi secretaria
Y me contestó:
Carla: A tú servicio - con una cara de traviesa que se me aceleró el corazón - me encanta servirte
Yo: Pues entonces mi siriventa - dije sonriendo
Carla:Tú porno chacha si quieres
Yo: Qué mas quisiera yo
A lo que ella se dió la vuelta, se agachó como para cojer algo, esta vez traía una falda muy corta, y vi su vagina, incluso ví que brillaba, que ya estaba húmeda
Carla: ¿Te he dicho que hoy es mi último día aqui?
Yo: ¿Cómo? - se me vino el mundo encima, mis tardes ya no iban a ser tan agradables
Carla: Cambio de empleo, de ciudad, de todo
Yo: Espero que te vaya muy bien, dije acercándome a ella
Carla: Quiero de verdad ser tu porno chacha para despedirnos, hasta he cambiado turnos de compañeros para que nos hayamos quedado solos.
Le dí la vuelta, le subí la falda y le di unos azones
Yo: Ya veo que vienes ligerita ¿qué quieres que te haga?
Carla: Soy tu perra, hazme lo que quieras
Yo: Arrodillate
Me saqué la verga, y se la metí en la boca, la chupaba con tantas ganas que me corri hasta su gargante.
Yo: Si quieres más sabes donde vivo
Y la dejé allí, si vino, y lo que pasó esa noche, da para un libro...
Tras semanas así subió la apuesta con preguntas ¿necesitas algo?, siempre cuando nos quedábamos solos, y con una cara de traviesa que solo con eso se me ponía dura. Incluso noté que controlaba el horario de todos los compañeros, y cuando sabía que nos íbamos a quedar solos esa tarde traía una ropa un poco más "especial", ya sabéis, pantalones bien ajustados al culo, ombligo al aire, ya sabéis como son las chicas de 25.
Le dije:
Últimamente pareces mi secretaria
Y me contestó:
Carla: A tú servicio - con una cara de traviesa que se me aceleró el corazón - me encanta servirte
Yo: Pues entonces mi siriventa - dije sonriendo
Carla:Tú porno chacha si quieres
Yo: Qué mas quisiera yo
A lo que ella se dió la vuelta, se agachó como para cojer algo, esta vez traía una falda muy corta, y vi su vagina, incluso ví que brillaba, que ya estaba húmeda
Carla: ¿Te he dicho que hoy es mi último día aqui?
Yo: ¿Cómo? - se me vino el mundo encima, mis tardes ya no iban a ser tan agradables
Carla: Cambio de empleo, de ciudad, de todo
Yo: Espero que te vaya muy bien, dije acercándome a ella
Carla: Quiero de verdad ser tu porno chacha para despedirnos, hasta he cambiado turnos de compañeros para que nos hayamos quedado solos.
Le dí la vuelta, le subí la falda y le di unos azones
Yo: Ya veo que vienes ligerita ¿qué quieres que te haga?
Carla: Soy tu perra, hazme lo que quieras
Yo: Arrodillate
Me saqué la verga, y se la metí en la boca, la chupaba con tantas ganas que me corri hasta su gargante.
Yo: Si quieres más sabes donde vivo
Y la dejé allí, si vino, y lo que pasó esa noche, da para un libro...
1 year ago