(Fantasía) La tía de mi amigo

Siempre me han gustado las mujeres mucho mayores que yo. Cuando tenía 12 años me masturbaba oliendo los calzones y sostenes sucios de una prima de 30. Era profesora rural. Salía de su casa a las 06:30 de la mañana y regresaba cerca de las 20:00. Imagínense cómo olían esas prendas después de todo un día de trabajo. Al ir creciendo, le robaba ropa íntima a las madres o tías de mis amigos o amigas. Llegué a juntar más de 50, pero tuve que botarlas porque ya estaban tiesas con mis pajas. Angie era la tía de un amigo. Una vieja gorda, culona y de tetas grandes. No era especialmente agraciada de cara; y a pesar de no ser atractiva a primera vista, su cara tenía un no se qué. Su forma de mirar, su sonrisa, te hacían pensar en ella como tu juguete sexual, te hacía pensar que, si lograbas tener sexo con ella y le gustaba, iba a hacer TODO lo que tú le pidieras, sin importar qué tan degenerado o perverso o sucio fuera. Me robé una foto de ella sonriendo, con ESA sonrisa de "no importa lo que quieras hacerme o que te haga, házmelo o déjame hacértelo"; y por supuesto un sostén que, al parecer, había estado usando por casi o más de una semana (el olor a su desodorante en combinación con el olor de sus axilas me ponía duro de sólo olerlo una vez) y unos calzones blancos, con manchitas amarillas...
Un buen día, a fines de los 80s, ya con 17 años y ella con 62, pasé a saludarla a su casa que quedaba cerca del colegio en donde estudiaba. Estaba divorciada y sus hijas ya no vivían con ella porque se habían ido a estudiar a otras ciudades. Así es que estaba sola. La idea era llegar y preguntar por mi amigo que "me habían dicho que estaba ahí" y robarme un par de prendas, ojalá las más sucias. Toqué el timbre, me identifiqué por el citófono y me dejó entrar. Estaba completamente drogada. Conté al menos 3 colillas de porros en el cenicero de la mesa de centro. "¿Cómo está mi amigo de mi sobrino favorito??" preguntó mientras me abrazaba y me apretaba contra ella. "Tanto tiempo sin verte! Jajajajaja....estás grande!!!" Y yo pensé: Grande me dejaste la verga cuando apretaste tus tetas contra mi pecho, vieja puta!!!. "Si! ¿Cómo está usted? ¿No ha venido Carlos por aquí?"
- No, Carlitos no ha venido.
- Oh, pensé que podía estar aquí...¡Cuidado!. Estaba tan drogada que casi se cae tratando de sentarse en el sofá. En mi "intento por sujetarla" la abracé y le "ayudé" a sentarse. La verdad es que aproveché de tomarla de la cintura, apretarle las caderas y luego subir por delante para tocarle las tetas por sobre el vestido.
Ya había escuchado que se drogaba, pero como vivía sola, se quedaba en la casa y nadie se enteraba, excepto los sobrinos o la hermana cuando la iba a visitar.
- Con calma, tranquila - le decía mientras le manoseaba las tetas, el cuello y la cara.
- Nooo, si estoy bien. Necesito descansar un poco. ¿Quieres fumarte uno conmigo, mientras esperamos a Carlos?- Claro! - Le dije sabiendo que nunca habíamos mencionado nada de esperar a Carlos.
Lo encendió y se dio la primera piteada, yo sólo hice como que fumaba. Me senté en el sofá al lado de ella, cada vez más cerca. Le hablaba incoherencias y ella se reía con muchas ganas. Yo la abrazaba mientras recorría su cuerpo por sobre ese vestido. Ese vestido que todas las gordas usan: ancho, suelto y sólo la ropa interior abajo. Seguí hablándole incoherencias mientras ella seguía fumando. La seguí abrazando, pero esta vez comencé a besarle la cara, el cuello; ya más descaradamente, le lamía el cuello y le susurraba cosas como: déjame tocarte putita, déjame ponerte la verga en medio de estas dos tetas....hazme la paja con la lengua, vieja de mierda....Pero ella nada, se reía y se reía. Me puse de pié y me saqué la chaqueta y la corbata del uniforme, me bajé el cierre del pantalón y me volví a sentar a su lado, más cerca que nunca, ya descaradamente tocándome la pichula mientras la abrazaba y le besaba la cara. en un momento se puso seria y miró que me estaba tocando la pichula y me dice:
- ¿Por qué te estás tocando ahí? ¿Te duele?
- Es que recibí un pelotazo en el recreo y, sí, me duele un poco.
- Uy, pobrecito, déjame ver....
Me puse de pie y me saqué los pantalones y los calzoncillos. Tenía la verga completamente parada.
- Mire, se me hinchó - le dije agarrándomela con la mano y sacudiéndola en frente de su cara que no desviaba la mirada de mi cabeza.....
- ¿Te duele si te toco así? . Me preguntó mientras me la agarraba suavemente.
- No...pero si me la aprieta un poco más fuerte....uffff....así...me duele un poquito...pero termine su porro, no se reocupe. - Se mandó una fumada profunda y notó que mi verga comenzaba a gotear. Como no soy circunciso, el líquido seminal se me acumula en la piel dela cabeza y comienza a gotear cuando me caliento; y a esas alturas ya estaba MUY caliente.
- Parece que te está saliendo pus.
A esa altura, me quedó más que claro que estaba completamente ida.
- No, es veneno....¿Se acuerda que le estaba contando que me mordió una culebra? Debe ser veneno....hay que chupar el area para sacarlo!!
- No te preocupes, tú no alcanzas....yo lo hago....- Y cuando dijo esto, le metí la pichula en la boca e instintivamente comencé a moverme. Nunca había tenido sexo, nunca la había metido, toda mi experiencia se reducía a hacerme pajas oliendo calzones y sostenes sucios y mirando revistas y películas porno. Estuvo chupándomela por más de dos minutos, se la sacó de la boca y escupió en la alfombra. Su saliva mezclada con mi líquido seminal habían formado una mixtura en la alfombra que era primera vez que veía en vivo y no en una revista o película. Se mojó los labios y se veía un poco mareada. El cuarto porro ya la estaba haciendo viajar.
- Vas a tener que ir al hospital...porque te saqué un poco de veneno...pero debe quedar más...y la tienes hinchada....- y mientras me hablaba, yo susurraba:
- Sí, vieja conchetumadre, sigue chupándomela. - Mientras se la restregaba en la cara, buscando su boca.
- Saca la lengua, Angie - Le dije - Sácala, tía...- Mientras ella semi inconsciente, trataba de meterse mi verga en la boca para "sacarme el veneno". Era una fantasía hecha realidad; Angie estaba ahí, pero su mente no. Me agarré la tula y comencé a pajearme mientras con la otra mano sujetaba la cabeza de Angie desde el pelo y le besaba y le lamía la cara, le metía la lengua en la boca. Angie ya no sabía más de si. Me desvestí y la tomé del pelo, la zamarreé un par de veces y le di dos cachetada, a las que apenas respondió con balbuceos que no entendí, y que no estaba interesado en entender. Me agarré la pichula y seguí pajeándome en su cara mientras le sujetaba la cabeza, esta vez hablándole fuerte:
- ¿Te gusta vieja puta? ¿Verdad que te gusta conchetumare? Siempre quisiste que un jovencito te violara....ahora se te cumple la fantasía, conchetumare. - Le metí TODA la tula en la boca, llegó a hacer arcadas; y eso me provocó más calentura. Se la saqué de la boca con un "Ahhhhhhh" de ella y con hilos de saliva y semen que unían mi verga con su lengua. Así sentada como estaba, le levanté el vestido para encontrarme con sus carnes abundantes, llenas de pliegues y esas tetas deliciosas enfundadas en un sostén blanco. No pude resistirme y, con gran esfuerzo, le saqué el vestido y quedó sentada en el sofá sólo en sostenes y calzones. La manoseé por no sé cuánto tiempo; le apreté las, se las lamí, incluso pude mordérselas mientras me hacía la paja. Y cuando iba a acabar, le puse la pichula en la cara; y tres cargas generosas de semen le cayeron encima: espesas y calientes. En ese momento, me di cuenta de todo lo que había hecho por calentura y me asusté. Pensé en vestirme e irme...pero ya estaba ahí. La miré como estaba muy ida en el sofá; y puse atención en sus tetas, en los vellos que se asomaban por la parte frontal de sus calzones...Me toqué la tula nuevamente; y ya estaba parada. Me arrodillé, le separé las piernas y comencé a olerle la concha. Olía a sudor y a orina. Era un calzón que debía haber usado por lo menos tres días. Mientras con la mano derecha me hacía la paja, con la izquierda le corría el calzón y me daba acceso a su concha peluda y hedionda. Le metí los dedos y la tenía mojada. Corrí su calzón aún más y, comencé a lamerla. Ya no me importaba nada.
- Mmmmfffffff....Puta culiá....mmmmmfffmfmfffff....te voy a lamer la concha hasta que me aburra conchetumare....mmmmmfffffffff. - Y sentí que iba a acabar otra vez. Me paré, me puse con las piernas abiertas en frente de ella para tirarle el otro chorro en las tetas, cuando se me ocurrió levantarle el brazo derecho para olerle la axila; y cuando lo hice, me di cuenta que el sostén blanco, tenía esa mancha amarilla en la axila que tanto me calentaba, porque eso significaba que estaba hedionda. Me acerqué y el olor de esa axila sin desodorante me hizo tirarle un par de chorros más sobre las tetas. El semen de su cara se había secado, de todas formas, agarré su vestido y le limpié la cara y las tetas con él. Me senté con las piernas abiertas sobre ella y comencé a besarla, a lamerle la cara, a apretar sus tetas y decirle indecencias como: Vas a ser mi juguete, te voy a usar como quiere....voy a traer a 25 hombres para que te den por el culo uno a uno, voy a grabar cada penetración y tu cara de dolor y me voy a pajear....y voy a traer a prostitutas viejas para que me la chupen mientras miro como esos 25 hombres te violan por turno....- Y sin darme cuenta, ya estaba pajeándome restregando mi verga en su panza. La acosté sobre la alfombra. Me costó mucho entre la calentura y lo pesada que era. La puse boca abajo y me acosté sobre ella. Metí mis manos por debajo y le agarré las tetas. Mientras se las masajeaba, mi pichula, dura de nuevo, se restregaba contra sus nalgas. Le hice a un lado el calzón, pero no me atreví a metérselo en el culo o la concha, pero me hice otra paja deliciosa restregándole la pichula en los labios de la concha y en las nalgas. Mi semen le corría por la raja de las nalgas. Le limpié con el vestido y decidí que era hora de irme. Había estado toda la tarde ahí. La limpié lo mejor que pude con un paño húmedo. Le puse el vestido y traté de su sostén y su calzón quedaran bien puestos. La estaba dejando casi lista para irme, cuando comenzó a despertar. Y me desesperé....¿Y si se acuerda de todo? ¿Y si se siente como si la hubieran manoseado? ¿Y si nota sabor a semen en su boca? después de todo, de más joven debió haberse comido su buen número de pichulas y haberse tragado varios litros. Y en este pensamiento, me volví a calentar. Pero ya era tarde; Angie se estaba incorporando.
-Hola...¿Qué pasó? ¿Viniste con Carlos?
. No, no, vine a preguntar por él...usted me abrió, conversamos....y...
- Ah! Sí...yo me había fumado unos cohetitos y cuando tú llegaste parece que me fumé otro...debo haberme quedado dormida.
-Sssí...me estaba preocupando, lleva dormida como.. como... como tres minutos.
- Ya, para que se me pase el bajón, voy a comer algo. ¿Esperamos al Carlos y comemos algo?
- Eh...sí, ¿Por qué no? - O no se acordaba de nada y estaba completamente borrada o se estaba haciendo la tonta. Yo seguía caliente. Sirvió un plato de guiso y se excusó.
-Tengo que ir al baño. Los remedios que estoy tomando son diuréticos...jajajaja...pero pasa a la mesa y sírvete no más, que vengo al tiro.
Ni tonto ni perezoso, saqué la tula, me hice la última paja; y en un acto muy temerario, acabé en su plato. Le revolví el guiso y me senté en frente.
La tarde pasó y comimos. Yo recordaba todo lo que le había hecho a esta vieja que, sin saberlo, se estaba comiendo mi semen completamente lúcida y que temprano había sido manoseada, cacheteada, la había obligado a meterme mi pico en la boca y había acabado en diversos lugares de su cuerpo.
Ahora que sabía que después de drogarse no recordaba cosa alguna, quería más. Quería penetrarla, quería orinarla, quería grabar en video mi abuso para después masturbarme a gusto mirándolo.
- Come Angie....come. Saborea mis mocos, que uno de estos días vas a saborearlos con tu ano, con tu concha, tus axilas, tu boca y tus tetas....- Pensaba mientras sentía que la tula se me volvía a parar; y me comenzaba a tocar debajo de la mesa mientras ella hablaba....
Published by cummer_1972
2 years ago
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