Rita. La vecina generosa, (3ra parte)

Rita. La vecina generosa, sus varias primeras veces.

Después de ponernos de acuerdo...
Cuando salí en el coche Rita ya caminaba hacia el lugar convenido, y a pesar de que ya la había visto casi desnuda, me dió un vuelco el corazón, vestía unos jeans ajustados que la hacían verse muy bien, zapatos de tacón alto y una blusa de encaje ceñida con un brasiere pequeño que se traslucía, sus pechos copa B se veían muy bien, me apresure a esperarla donde quedamos.

Me estacione en una esquina 3 calles adelante de nuestras casas y cuando Rita se aproximaba me di vuelta a la esquina y me estacione un par de metros adelante y abrí la puerta, ella llegó y se subió con rapidez, además de lo que describí antes, llevaba el cabello suelto y usaba lentes de sol, le mostré una gorra de béisbol por si quería usarla, se recogió el cabello en una coleta y se puso la gorra; arranque y salimos rumbo al motel, le comente que me parecía mejor si íbamos a otro que quedaba un poco mas lejos pero que tenía jacuzzi, que, qué le parecía, acepto sin problema, a continuación le dije que no tenía condones que si quería de alguna marca o tipo en especial, pero me dijo que no que no le gustaba hacerlo con preservativo, que no había problema de embarazo porque ya no tenía matriz y que confiaba en mí, que me veía muy saludable y le dije la verdad, que con casi todas lo hacía con preservativo que también ella se veía muuuy saludable pero que su esposo era otra cosa, ella dijo que no había problema que él se la pasaba en el negocio todo el día viendo que no le roben sus empleados y también se quedaba tarde para no tener que lidiar con tareas de los niños y cosas así y además que se cuidaba mucho, que era muy sano. Acordamos no usar preservativo... para variar yo ya no pensaba con la cabeza de arriba y de hecho ya tenía una erección muy fuerte que me m*****aba un poco por los pantalones de mezclilla que me quedaban ajustados..

Llegando a una luz roja le pregunté si podía darle un beso y sin mas se me abalanzo y me plantó un tremendo beso metiéndome la lengua casi hasta la garganta, le puse la mano en un pecho y lo sentí muy firme pero supuse que era por el sostén que usaba, poco después llegamos al motel y ya en el cuarto, al principio con un poco de timidez, empezamos a abrazarnos y a besarnos, sin embargo eso duró poco porque rápidamente nos empezamos a excitar, hasta aquí note que el olor de su piel era muy agradable, tenía poco que se había bañado, de hecho su cabello todavía estaba un tanto húmedo (ya se lo había soltado).
En un momento dado la gire y le restregue el pene en sus nalgas a lo que ella respondió empujando su cadera hacia atrás y moviéndola de arriba a abajo estimulando el pene, puse mis manos en sus pechos y los apreté levemente, sin embargo ella puso sus manos encima de las mías y me las apretó con fuerza y rapidez, entendí y procedí a apretarlos de la misma forma, al tiempo que le besaba en el cuello esas dos acciones provocaron que empezara a jadear y respirar con fuerza, veía su cara reflejada en el espejo y como ocurre con muchas mujeres, la expresión de su rostro empezó a cambiar, ya no era la de esa mujer con cara de niña bonita, su mirada era de deseo y excitación.

Procedí a desabrocharle los pantalones y le quite la blusa, su sostén era mas pequeño de lo que me pareció antes y se abrochaba por el frente, procedí a bajarle los pantalones pero cuidando de no bajarle la ropa interior, así que con cuidado fui haciéndolo y como estaba detrás de ella me hinque y conforme se los bajaba me puse el resorte de su tanga entre los dientes para evitar que se bajaran, mi intención es que fuéramos poco a poco, empecé a batallar cuando llegue a los muslos, como ya mencioné antes, los pantalones le quedaban muy ajustados, fui haciendo fuerza y al mismo tiempo que sus piernas tenían buen tono muscular y la piel muy suave, coloque la palma de la mano derecha en la parte interna de su muslo izquierdo y la otra mano en la parte interna del muslo derecho, en esa maniobra rocé levemente, con uno de los pulgares, la vagina por encima de su tanga, lo que hizo que gimiera levemente y diera un leve respingo, (antes de eso solo respiraba y jadeaba con creciente agitación), así es como pude bajar mas fácilmente los pantalones, finalmente quedó solo con la ropa interior puesta.

Rita tenía bonito cuerpo, bien tonificado por 3 o 4 años por correr casi a diario, lógicamente de la cintura para abajo era de donde se notaba mas el ejercicio realizado, sus piernas eran bonitas y fuertes y su trasero paradito, bien redondito y firme, al parecer su naturaleza era de caderas anchas, lo que no le favorecía mucho pero no importaba; la verdad es que entendía porqué el esposo se regodeaba con ella casi a diario, me iba a disponer a besar, lenguetear y mordisquear de pies a cabeza por todos lados.

Mientras ella ya estaba casí desnuda, yo con dificultad empezaba a quitarme la ropa, le besaba, lengueteaba y mordisqueaba sus magníficas y firmes nalgas, de manera particular en la parte inferior y cerca del ingle-ano, abría la boca y con suavidad le mordía esa parte de un lado y otro, cuando hacía eso Rita gemía con relativa fuerza y se tambaleaba, por ese motivo me pidió que fuéramos a la cama, así lo hicimos y ella se recosto boca arriba pero le pedí que se volteara boca abajo termine de desnudarme y empecé a besar, lamer y mordisquear desde ambos tobillos y fui subiendo por las pantorrillas, me concentré y detuve en la parte trasera de las rodillas, en ese momento Rita se estremeció y gimió mas, después de un momento, continué hacia arriba y nuevamente me concentré un buen rato en sus ricas nalgas besándolas, succionándolas, mordisqueándolas y lengüeteándolas, además de apretarlas con las manos, Rita gemía mas y mas y por momentos le acariciaba levemente la vagina por encima de la tanga, después continúe por la espalda y cuando llegue arriba en su espalda la bese y lenguetee provocando en ella gemidos mas fuertes, sus manos apretaban y jalaban la colcha de la cama, después de un momento la gire, para entonces mi erección no era completa pero ya expulsaba, copiosamente, líquido lubricante y en el rose con su piel la había dejado literalmente embarrada desde las rodillas, muslos, nalgas, parte baja de la espalda y de la misma forma por el frente.

Como decía la gire y vi que ya se había desabrochado el sostén dejando sus pechos al descubierto, nos besamos en la boca por un momento pero rápidamente me pase a su pecho derecho, de reojo vi como subió las piernas al tiempo que se quitaba la tanga, para sus 32 o 33 años, me sorprendió la firmeza de sus pechos copa B, los cuales besaba, lengüeteaba y apretaba con las manos con fuerza y rapidez, como nuevamente me lo pedía con sus manos, en un momento dado me pidió que le mordiera los pezones, así lo hice y eso incrementó la fuerza de sus gemidos, baje la mano a su zona genital y acaricie y apreté levemente la vulva sin abrir los labios, Rita encogía y estiraba las piernas y en un momento dado las estiro y tenso tanto las piernas como los pies y se precipitó un orgasmo, cerrando los muslos, eso detuvo el movimiento de mi mano en su vulva, mis dedos se mojaron, subí las manos y empecé a apretar los dos pechos, mientras que al mismo tiempo le besaba, lengueteaba y sobre todo mordisqueaba pechos y pezones, creo que estuve así 10 o 15 min. pero no sé realmente, (es la mujer con los pechos mas firmes con la que estado), los estaba disfrutando a tope… y por lo visto ella también porque en ese lapso, como después me dijo, tuvo 2 o 3 pequeños orgasmos mas, aunque yo no lo note. Continué besándole el resto del cuerpo y el cuello en especial era muy sensible, sus gemidos aumentaban de volumen cuando se lo mordisqueaba, por momentos eran casi gruñidos, al tiempo que le apretaba las nalgas, pechos o le sobaba el clítoris por encima de la vulva, sin todavía abrirle los labios vaginales.

Cuando llegue a su vientre me di cuenta porque se le notaba el bultito en esa zona, resulta que los tres partos fueron por cesárea y en la segunda, que se la hicieron mal, además de una mala sutura, le provocó que la piel quedará de tal forma que parecía que estaba despegada del músculo o no sé de qué, pero se veía suelta, después me dijo que tenían que hacerle una cirugía cosmética para corregir eso.

Y bueno continúe por el frente bajando por su cuerpo hasta los pies y luego de nuevo hacia arriba y al momento de estar en la parte superior de los muslos empecé a dirigir mis besos y lengueteadas a la parte interna de estos y en claro rumbo hacia las ingles, se abrió de piernas por completo mientras que cada vez mas, gemía llorosa y suplicante,

Rita tenía una buena mata de vello púbico de color castaño claro, tendiendo a rojizo, (mas claro que el cabello de su cabeza), sin embargo solo tenía en el monte de venus, y en los labios mayores de la vagina, apenas si tenía nacimiento de vello en los pliegues de las ingles, no tenía vello cerca del ano y a pesar de esa mata de pelo, y dado que ella se abrió completamente de piernas, se alcanzaba a asomar un clítoris de buen tamaño, me sorprendió un poco (eso sí, nada que ver con el de Vane, ver “Lety la hormiguita y Vane la elefanta”).

Ese clítoris se veía apetitoso, me dieron ganas de empezar por ahí, pero no, me aguante y empece a lengüetearle las ingles y la parte interna de los muslos, a darle besos leves por encima de la vulva, sin abrirla, Rita ya gemía y resoplaba con fuerza…

Después me dijo que nunca en su vida le habían hecho lo que hasta ese momento le acontecía, y mucho menos en el área genital, que tenía años que su esposo no se lo hacía con la boca y que además cuando se lo había hecho lo hacía de mala gana y solo por un momento.

Levante la mirada, Rita tenía la cabeza apoyada en la almohada y sus manos la apretaban fuertemente los costados, me veía suplicante y llorosa, como ya dije, su expresión ya no era de cara de niña, para nada, sino de excitación con la mirada vidriosa, suplicante y como de no saber que anticipar, gemía ruidosamente y resoplaba con fuerza, su pecho subía y bajaba con rapidez. Tampoco se trataba de hacerla sufrir, así que con mi mano derecha debajo de su nalga izquierda y la anime a que se colocara sobre su lado derecho y luego doble hacia arriba su pierna izquierda, de tal forma que su vagina y ano quedaran expuestos, antes de ir a esas partes, empecé a mordisquear y lengüetear la parte inferior de sus nalgas y muslo derecho todo eso cerca de la ingle, eso incrementó sus gemidos fuertemente y empezó a decir llorosa “ya, ya, ya”, me imaginaba que ya se iba a venir pero no, siguió diciendo lo mismo y como yo no hacía caso, dijo, “mas arriba, mas arriba”, era obvio que quería que ya pasara la lengua a la vagina o clítoris, pero no, recoste mi cabeza en la parte interna de su muslo derecho (esa pierna estaba completamente estirada) y con la mano derecha procedí a levantar la nalga izquierda, para que el ano quedara completamente a la vista y sin mas empecé a lengüetarlo, no se la esperaba y soltó un fuerte gemido-gruñido y movió el cuerpo producto de la sorpresa de que por primera vez la estimularan así en el ano; la lengua iba despacio y los movimientos los alternaba con besos sobre el ano, finalmente empecé a acelerar el movimiento de la lengua entre el ano y perineo, sus gemidos iban en aumento, estuve así unos momentos y Rita no pudo mas, se giro rápida y hasta bruscamente para quedar boca arriba, su pierna derecha estaba bien estirada, tensa y empezó a temblarle con rapidez, me acomode como pude, su pierna izquierda se la mantuve bien abierta levantada y doblada por la rodilla haciendo fuerza con mi mano en la parte trasera de su rodilla para que no la bajara y al tiempo note como le salían un par de pequeños chisguetes de la uretra tuvo su primer orgasmo realmente fuerte del día, (fueron más que ya los iré relatando), abría los ojos mas de lo normal con mirada perdida y después literalmente los ponía en blanco gimiendo-gruñendo-gritando y luego los cerraba apretando los párpados y luego volvía a abrirlos y así sucesivamente, continuó con ese espectáculo de tan fuerte venida al tiempo que con la voz entrecortada me decía “¡entra, entra!”, así lo hice, la penetre y apoyé sus tobillos en mis hombros mientras que yo me apoyaba en la cama con la punta de los pies y los puños y empecé a entrar y salir con fuerza y rapidez, el golpeteo de nuestros cuerpos se escuchaba con fuerza, Rita apretaba los dientes y nuevamente puso los ojos en blanco y a venirse de tal forma que puso sus manos en mis antebrazos y los apretó con fuerza enterrando las uñas (afortunadamente no las tenía muy largas), nos coordinamos en el movimiento y ella también se movía con frenesí haciendo fuerza con sus piernas en mis hombros, tuve que acomodarme con fuerza para no perder la posición, seguimos así y Rita empezó a tener lo que, como después me dijo, solo le ocurriría cuando ocasionalmente se masturbaba, se sucedieron un orgasmo tras otro y a raíz de eso la vagina empezó a chapotear, no se cuanto tiempo llevábamos así pero empecé a sudar copiosamente por estar manteniendo el movimiento así durante varios minutos, Rita gemía-gritaba apretaba los dientes, apretaba los párpados y luego abría los ojos con la mirada perdida y luego los ponía en blanco una y otra vez, ponía sus manos en mis caderas enterrando las uñas, se apoyaba nuevamente en mis antebrazos, hasta que en un momento dado, colocó sus manos en mi cuello y empezó a jalarme hacia ella, pero yo no hacía caso porque yo empezaba a venirme, bajo las piernas y se incorporó abrazándose fuertemente de mi cuello, me eche encima de ella y la abrace, seguí el movimiento y nuevamente Rita se venía gimiendo con fuerza, también ella ya sudaba mucho, me había quedado con las ganas de comerme su vagina y clítoris me salí, ella dijo “no, no, por qué”, y bajé a su área genital, le subí las piernas y se las sostuve arriba colocando mis manos en la parte trasera de sus rodillas, Rita entendió lo que iba a pasar, y con ansiedad, gimió y empezó a decir “ay, ay, ay”, no me esperé y empecé a mamar la vulva, ano, clitoris, a meter lo mas que podía la lengua en la vagina, etc. y así un rato, Rita gemía con fuerza, finalmente subí un poco y me concentré en ese magnífico clitoris, Rita soltó un fuerte “ayyyy, ayyyy, ayyyy” y después de unos momentos tuvo creo que uno de los orgasmos mas fuertes que ha tenido alguna de las mujeres con las que he estado, sentí un par de chisguetes fuertes en la punta de la barbilla y un poco arriba de la manzana de adan, Rita gritaba y en un momento, con una de sus manos me tomó del cabello y me separo un poco para suspender el estímulo al tiempo que seguía viniendose (su esposo nunca se había concentrado mayormente en el clítoris sino que solo la lengueteaba a tontas y a locas y por unos cuantos minutos, y de eso me dijo que ya hacía años).

Durante su orgasmo en algún momento me soltó del cabello y al levantar la mirada en el rostro de Rita, el área de la mandíbula, mejillas y cuello estaban enrojecidos, como ya he dicho es muy blanca, por lo que ese enrojecimiento era muy notorio, sus ojos después de tenerlos en blanco por un momento, pasaron, nuevamente a abrirse como con expresión de sorpresa y por momentos a cerrarse de forma apretaba, mientras que gemía con fuerza y su pecho subía y bajaba agitadamente, después baje la mirada y ví su vagina no empapada, la entrada estaba literalmente inundada, se veía como fluía el líquido transparente que le había salido por la uretra y bajaba mojando el ano, nalgas y sábanas de la cama, el sabor de ese líquido es característico, de repente levanté nuevamente la mirada porque ahora Rita hacía puchero como queriendo llorar, había sido muy fuerte, me quise incorporar para penetrarla pero con la voz entrecortada dijo “no, no, sigue ahí, sigue ahí, solo esperame tantito”, Rita es de esas pocas mujeres que he conocido que pueden estar recibiendo estímulo en el clítoris y todo lo demás y venirse una y otra vez, (con la mayoría de las otras con las que estado, después de que se vienen ya no soportan estímulo directo en el clítoris), entonces dijo “ya”, y luego dijo “ay, ay, ay” cuando vio que procedí a acercar mi boca a su vagina, empecé nuevamente a estimular su clítoris, gimió instantaneamente, lo lamí, mamé, como dije tenía un buen tamaño como para hacer eso, lo puse entre mis labios y lo succione y no se que mas, todo eso le gusto, unas maniobras mas que otras, pero lo que si era extasiante para ella era que se lo mordisqueara con cuidado, eso siempre le provocaba unos venidas intensas, creo que estuve así una buena cantidad de minutos, hasta que ella dijo que ya, que quería descansar un poco y lo agradecí porque ya me había agotado los músculos de la cara. Así lo hicimos por un rato, no sé pero desde que llegamos calculo habían pasado unos 50 minutos a 1 hora, después de unos momentos de estar abrazados, le dije que si podíamos continuar, a lo que ella respondió con cierta ansiedad que sí.
Nuevamente la empecé a estimular en el cuello, pechos, abdomen, piernas, etc., la gire para que quedara boca abajo y de las pantorrillas hacia arriba fui mordisqueando y besando, subí a la espalda y luego baje a las nalgas y me quedé ahí un rato, besando, lengueteando, succionando y mordisqueando, nuevamente me concentré en la parte inferior de los glúteos cerca del ano y eso la excitó aún mas, por momentos le abría las nalgas y lengueteaba el ano y vagina y/o le metia dos dedos, gemía con fuerza y en algún momento volvió a tener otro orgasmo, me incorpore, puse cada rodilla a sus costados, moje la punta del pene y la penetre con cuidado, gimió, me termine de acomodar y empecé a moverme, sin embargo después de unos momentos me percate de que aparentemente no le estaba agradando mucho, el pene apenas brillaba producto de su lubricación, nada que ver con lo de momentos antes en que me lo dejaba empapado, detuve el movimiento y le pregunté si prefería que nos colocaramos en otra posición, me dijo que no había problema que a ella no le agradaba tanto pero si a mi sí, pues que siguiéramos así, pero le dije que no, le pedí que se pusiera en cuatro para que la penetrara de a perrito, se incorporó y la penetre con suavidad, afirme mis manos agarrando la parte superior de sus nalgas, (tenía suficiente de donde agarrarse) empecé a moverme despacio pero solo metiendo no mas de la mitad del pene, al mismo tiempo con mis manos invitaba a que Rita moviera la cadera de arriba hacia abajo o de atrás a adelante, para mi la sensación iba incrementando mis ganas de venirme por lo que por momentos reducía el movimiento, al mismo tiempo por los espejos uno al frente, y el otro al lado y a lo largo de la cama, veía las reacciones de Rita, que tenía los ojos cerrados y con la boca ligeramente abierta con jadeos ligeros, solté la mano derecha y con ella cogí el pene por la base y el resto lo mantuve en la vagina pero con la mano lo movía circularmente dentro de la vagina, lo sacaba, lo introducía por completo y luego nuevamente lo cogía con la mano repitiendo la maniobra, eso surtió efecto y fue incrementando su excitación y en un momento dado empujo la cadera hacia atrás en clara señal de que quería ser completamente penetrada, me volví a agarrar de la parte superior de sus nalgas y empecé a moverme con un poco de mas rapidez y en un momento el pene paso de estar con un poco de brillo a mojado y Rita ya gemía y seguía los movimientos que le inducía a su cadera con mis manos, ese movimiento se facilitó cuando apoyó los codos y antebrazos en la cama y por momentos cambiaba a apoyar la cara en la cama y con una de sus manos se estimulaba el clitorís, lo note porque por momentos me tocaba los testículos con alguno de sus dedos. Permanecimos en ese movimiento durante unos momentos y los gemidos de Rita empezaron cada vez a ser mas fuertes, era lógico que le estaba gustando, para mi la sensación era también bastante fuerte por lo que mi orgasmo empezaba a manifestarse, después de un momento Rita ya me urgía a incrementar el movimiento diciendo “mas rápido, mas rápido”, pero yo seguía igual, mis manos se agarraban fuertemente de la parte superior de sus firmes nalgas moviendo su cuerpo mas que moverme yo, por momentos se volteaba con esa expresión llorosa pidiendo que lo hiciera mas rápido, me sorprendió que empezara a patalear y se volteaba hacia mi con expresión suplicante y como no obtenía lo que quería empezó a empujar la cadera hacia mi vientre moviéndola de arriba a abajo, ante eso moví un poco hacia atrás las rodillas, de tal forma que lo único que estuviera en contacto entre nuestros cuerpos fuera la zona genital y me dispuse a acelerar el movimiento, afiance el agarre en sus nalgas, cosa que noto y expresó casi gritando, ¡¡siiiii, siiiii, fuerte!!, y empecé a moverme y a moverla con furia y apenas unos momentos después, Rita empezó a venirse escandalosamente, nuevamente la vagina chapoteaba, yo no dejaba de moverme por lo que siguió viniendose por lo menos un par de veces mas, nuevamente en esos momentos veía en el espejo que ella apretaba los párpados, abría mucho los ojos, los ponía en blanco, hacía muecas apretaba los dientes, gemía gritaba y hacía fuerza empujando la cadera hacia mi, por momentos se levantaba y se apoyaba en sus manos y luego regresaba a por mi parte empezaba a cansarme, ya tenía unos minutos con ese movimiento frenético, y a sentir que ya venía mi primer orgasmo, aguante lo mas que pude hasta que explote en fuerte venida, en esos momentos mis embates fueron aún mas duros por lo que el movimiento de su cuerpo hacía que el cabello de Rita fuera de atras hacia adelante y el choque de nuestros cuerpos sonaba con fuerza, finalmente detuve el movimiento para terminar de eyacular y vi en el espejo que en su cara había una expresión de asombro, abría tanto los ojos como la boca y un momento después volvió a poner los ojos en blanco en claro indicativo de que nuevamente se venía, me intrigo el por qué de esa expresión de asombro.

Ya una vez mas repuestos le pregunte a Rita que si se había sorprendido de algo, y me dijo algo mas o menos así:
“No me gusta esta posición [de perrito] porque mi marido me lastima, a pesar de que no es alto tiene un pene dotado a lo largo y ancho, cuando esta encima de mi o yo me monto no hay tanto problema pero cuando se pone atrás si me lastima, sobre todo por que le gusta hacer eso en la regadera cuando nos bañamos, me apoya contra la pared, y de pie, me abre las piernas y me penetra sin tener cuidado si estoy bien lubricada, no hace lo que tu, que te mojas el pene con saliva, entonces cuando me penetra así me lastima, por lo que para minimizar un poco la m*****ia me pongo de puntas y levanto un poco mas la cadera, lo que además a veces me cansa; en la cama no es tanto pero aún así es un poco m*****o, con él he tenido uno que otro orgasmo en esa posición. Pero nunca como ahorita, es la primera vez que termino así de fuerte estando de a perrito, no creí que fuera tan rico, le diste muy duro, me sacudiste en serio, y además me resulto rico el golpeteo de tu pelvis contra mi cuerpo, dijo sonriente . Pero lo que me sorprendió mas fue la cantidad de semen que te salió, a mi marido nunca le ha salido eso, de hecho he visto alguna película porno y para nada le sale lo que a los hombres que salen ahí, ¿siempre eyaculas así?, ya me había llamado la atención aquella vez que te vi por la ventana, pero el sentir todo eso fue rico y por eso tuve otro pequeño orgasmo”.

Como ya lo he mencionado en otros relatos en esa época mis eyaculaciones al parecer eran un tanto mas abundantes de lo común, llego a esa conclusión porque algunas mujeres me han hecho esa observación.

Le dije: “pues si quieres ahorita que nos recuperemos la siguiente vez que me venga me salgo y termino afuera para que veas como sale, a ver que tal, con eso de que dices que salió mucho igual ya no tengo mucho”. Y me contestó sonriente “¡ah, si, si!”

Descansamos un rato para reponer fuerzas.

Después de un momento, empezamos a besarnos nuevamente y a manosearnos mutuamente, Rita tomo mi pene con una mano y comenzó a masturbarme, se bajó, se lo metió a la boca y como varias mujeres en su circunstancia, que no les hacen sexo oral, pero ellas si tienen que hacerlo, y Rita era una experta, me empezó a chupar mientras que yo le acariciaba la vagina y clitoris, empezo a exitarse, la jalé mas y se colocó en posición para quedar haciendo el 69, empece a chupale y lenguetearle todo nuevamente, y Rita me empezaba a mamar y a succuinar de tal forma que me resultaba un poco m*****o, por lo que la exitación inicial me bajo, pero no le dije nada porque se puso así por lo que yo le hacía a ella, mis brazos no quedaron debajo de su cuerpo sino detras de ella, de tal forma que yo tenía libertad de movimiento, me acomodé una almohada debajo de la cabeza para no cansarme y procedí nuevamente a comerme esa vulva y ano, eso la exito crecientemente y le provocó la reacción que antes ya mencioné, en un momento dado le introdule el dedo medio de la mano izquierda a la vagina y luego el dedo medio de la mano derecha al ano al cual ya había lengueteado a placer y había quedado bien lubrcado de saliva por lo que el dedo entro sin mayor problema y con la boca me concentre en el clitoris, seguí así hasta que era evidente que Rita se iba a venir en cualquier momento, empezó a gemir con fuerza y urgencia pero sin sacar el pene de la boca, finalmente despúes de ese estimulo, su orgasmo se desato momentos después, saco el pene de la boca y gemia como soltando un lamento y se movió hacia mis pies para que dejara de estimularla, se acomodó de tal forma que quedó boca arriba terminando de venirse, su pecho subía y bajaba, tremendo espectaculo ver a esa mujer terminar de venirse.

Hay que decir que Rita era tan buena en el sexo oral que aprendió a reconocer mis reacciones y excitación de tal forma que después me probocaba orgasmos tan explosivos que mas de una vez se atraganto con las eyaculaciones explosivas que me probocaba y es que primer disparo hacía que le llegara al fondo de la garganta, aunque yo le iba diciendo que ya estaba a punto eyacular, no se sacaba el pene de la boca hasta no sentir la primera descarga de semen.

Ya mas recuperada la tome de la mano y la atraje hacia mí para que se montara, me puso una almohada mas debajo de la cabeza y empezó a moverse con una cadencia y ritmo que me sorprendió, la veía reflejada en el espejo que estaba colocado a lo largo de la pared y era espectacular, el recorrido que sus caderas hacían de atrás hacia adelante y hacía arriba así como la creciente velocidad de movimientos empezó a provocar que el pene se saliera, lo metíamos rápidamente, pero era notoria la m*****ia en ella, así que doble las rodillas, acerque su cuerpo un poco hacia mi y puse mis manos en sus nalgas para de esa forma limitar el recorrido de caderas, no así la velocidad, funcionó, Rita empezó a disfrutar al tiempo que mis manos las alternaba entre sus nalgas y sus pechos mientras se los besuqueaba, mordisqueaba y apretaba pechos y nalgas, le acariciaba las piernas y espalda,

Rita se venía una y otra vez, sin embargo en un momento dado se detuvo se salió, se bajó de la cama y camino a un sofá que había en frente de la cama y me hizo señas para que fuera con ella, indicando que me sentara, así lo hice y se montó nuevamente… ¡y ahí conocí a Rita!, ¡que forma de “cabalgar”!, como después me dijo, esa era su posición favorita, no se cuanto tiempo estuvimos así, mojé los dedos de la mano derecha y empecé a acariciarle el ano, se excitó aún mas y en un momento dado empecé a introducir poco a poco el dedo medio de esa mano y comencé un movimiento de meterlo y sacarlo, (eso me ayudaba a demás a seguir controlando el recorrido de su cadera para que el pene no se saliera), en un momento dado me dijo que lo metiera y sacara con mas rapidez, así lo hice, el ruido de las palmadas contra sus nalgas era notorio y Rita siguió viniendose una y otra vez, mientras yo atendía sus pechos con mi boca y mano izquierda, como ya he mencionado, nuevamente empezó a ocurrir algo que solo le había pasado algunas veces cuando se masturbaba… Rita comenzó a eyacular copiosamente una y otra vez, por mis ingles y testículos sentía ese flujo caliente y abundante, y en algunos momentos su eyaculación “se coordinaba” cuando tenía uno de sus pezones en mi boca y los lengueteaba o mordisqueaba. Las reacciones orgásmicas en el rostro de Rita, sus gemidos que pasaron a ser gritos-lamentos empezó a provocarme mucha excitación y por lo tanto que mi venida comenzara lentamente a manifestarse, por lo que me concentré en controlarme para prolongar ese momento lo mas que se pudiera, por momentos sacaba el dedo de su ano, y tiempo después lo volvía a introducir, no se cuanto tiempo estuvimos así, pero después ya me costaba sostenerla porque además de sus continuas eyaculaciones Rita también ya estaba empapada en sudor, en la espalda, nalgas, pechos, muslos, el cabello ya lo tenía mojado, la frente cuello, etc. y parte de ese sudor ya había ido a dar a mi pecho, brazos, manos, piernas, y además mis pies ya chapoteaban en el líquido de sus eyaculaciones que ya habían escurrido al suelo, finalmente me incorporé cargando a Rita sin sacar el pene de su vagina, continuamos el movimiento de pie hasta que se vino otra vez, la lleve a la cama y la acosté con las nalgas y vulva al filo de la cama, (en ese momento saque el pene y me dijo llorosa “¡no porque te sales!”, no dije nada, le subí las piernas y le pedí que se las sostuviera, yo estaba de pie al lado de la cama me moje el pene con saliva e hice lo mismo en su ano (yo estaba tan caliente que lo único que pensé fue “si me dice que no, pues ya entro a la vagina”, y es que siempre pido permiso para entrar por ahí), coloque el pene en el ano y comencé a empujar lentamente, no dijo nada, entró apenas el glande y ahí yo sostuve arriba sus piernas con los brazos y manos y empecé a entrar y salir sin penetrar mas de la mitad del pene, le tomé la mano derecha y se la puse en la vulva, entendió y comenzó a estimularse con fuerza y rápidamente empezó a excitarse nuevamente, en un momento dado me tomo de la cadera con sus manos y me atrajo hacia ella indicándome que entrara por completo, así lo hice y acelere el movimiento, Rita por momentos me indicaba con sus manos en mi cadera que acelerara mas, así lo hice hasta que mi movimiento se hizo casi frenético al tiempo que ella hacía lo propio masturbandose en el clitoris con una mano y alternándose con la otra en pechos y vagina, nuestra excitación iba aumentando y ella empezó a venirse con gemidos y gruñidos, nuevamente expulsó un poco de líquido por la uretra al tiempo que detenía el movimiento de manos y gemía poniendo los ojos en blanco por momento y en otros los abría por completo con la mirada perdida al tiempo que gemía-gritaba fuertemente, era su primera vez por la puerta trasera, eso a mi me excito sobremanera, pero aguante a que se recuperara un poco, finalmente mi orgasmo venía, y justo cuando empezaba a hacerlo me salí y termine con cierta abundancia sobre su vientre, parte del semen fue a dar a sus pechos, se sonrió con satisfacción y sorpresa “guau cuanto te salió y que caliente esta, que rico”, tomo un poco en sus dedos y lo probó, lo puso en sus labios y lengua, después se limpió con el dorso de la mano, (el sexo anal le gusto tanto que se convirtió en una práctica que hacíamos siempre que se podía, y es que a veces a ella le dolía mucho o le daban ganas de cagar por lo que en esas ocasiones, pues lo evitábamos), nos levantamos y cuando vimos el sillón nos sorprendimos, el asiento estaba notoriamente empapado en los jugos de Rita que escurrieron hasta el piso, a los lados también estaba mojado, en menor cantidad, pero por el sudor que bajo por sus rodillas, la parte interna de mis muslos, nuestras zonas de vello pubico y en mi caso, testículos, estaban muy mojados, nos fuimos a lavar muy bien.

Descansamos un rato, en un momento me levante al baño y cuando regresaba, estaba boca arriba y movió el cuerpo de tal forma que al quedar de frente a mí, abrió las piernas, me coloque encima de ella y aunque mi erección no era completa fue lo suficiente para penetrarla, comencé a moverme y rápidamente se puso duro, ella ya no estaba tan excitada pero aún así se vino un par de veces, de mi parte pase las manos por debajo de su cuerpo y me agarre de sus nalgas y continúe con el movimiento hasta que un rato después, al tiempo que me movía con furia, me vine, me había estado agarrando tan fuerte de la parte baja de sus glúteos que deje marcados los dedos, me dió temor que después le quedaran moretones. Nos bañamos, bueno ella no se lavó el cabello (no quería llegar a su casa con el cabello mojado), regresamos a nuestras casas, ya en su casa me dijo que ya se baño completamente y que como pudo se vió las nalgas y que no había nada marcado, después comentamos que ambos nos acostamos por ahí de las 9 pm y quedamos rendidos hasta el otro día.

Continuamos con esa relación por 4 años y medio, nos veíamos cada 2 o 3 meses, hasta que ella me empezó a pedir que nos vieramos mas seguido, se volvió todavía mas ardiente me llamaba la atención que su vagina lubricaba mucho mas, cada vez que nos veíamos las cogidas eran mas intensas, terminábamos bañados en sudor, no sé si era un tema hormonal o qué, pero quería que nuestros encuentros fueran cada 10 o 15 días, yo le decía que aunque me gustaba mucho, que no, que no era prudente pero insistía hasta que ocurrió lo que le le dije en un momento dado, el esposo empezó a sospechar y un día me hablo para decirme lo que pasaba y que suspendiéramos por un tiempo porque el asunto se podía complicar, por supuesto que acepte, no era mi interés que se divorciara ni nada parecido, me dijo que ella me hablaba pero ya nunca llamó, sigue casada y espero que este muy bien.
Published by mg0001000
4 years ago
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