Un orgasmo...

Estoy en tu cama. Te he dejado amarrada y amordazada, para que no puedas gritar, apenas gemir de placer; ahora que voy a poseerte, a dominarte y a hacerte mía una y otra vez, como me lo merezco…

Te he atado los brazos atrás, con el cinturón de tu vestido, que ahora yace a los pies de la cama. Tu pañuelo de seda negra me ha servido para taparte los ojos, para que no puedan ver lo que voy a hacerte, aunque ahora estás boca abajo…

Muy suavemente empiezo a acariciar tu vientre, mientras sujeto tus cabellos fuertemente; así no puedes girar la cabeza y resistirte.
Me inclino sobre tu cuerpo desnudo y voy descendiendo; lamiendo tu cuello, arañando tu espalda de piel tan tersa; acariciando tu cola.
Te hago girar boca arriba y entonces tus largas piernas se entrelazan en mi cintura y no me dejan escapar de tus hermosas curvas.
Mis manos siguen acariciándote hasta que llegan otra vez a tu vientre; ahora puedo sentir el calor y la humedad que escapan de tu sexo; ese que tanto me gusta…
Mis dedos traviesos comienzan a masturbarte, acariciando tu labia tan delicada. Ahora separan tus labios vaginales y se deslizan entre ellos; rozando tu clítoris ya inflamado.
Y sonrío mientras te toco; entrando y saliendo despacio; rápido, despacio, rápido… mientras escucho tus jadeos…
De repente te quito la venda y te miro a los ojos. Me devuelven esa mirada que tan bien conozco, la que me dice que estás disfrutando de mis caricias, mis juegos… pero ya no es posible aguantar más y entonces te veo retorcerte y arquearte, mientras tus gemidos de placer y tus aullidos anuncian ese intenso orgasmo que recorre todo tu cuerpo…
Опубликовано sandritamdq
3 года назад
Комментарии
или для публикации комментариев