Confesiones en la sauna.

Pepe es un hombre no muy alto, un metro sesenta y cinco más o menos, pesa unos cien kilos, al ser bajito, tiene una hermosa barriga y unas piernas gruesas, hace algo de ejercicios en casa y sale a caminar por las mañana para sentirse un poco en forma; trabaja de conserje en un instituto en Olesa de Montserrat.

Por fín llega el sábado, el sábado es el día en el que Pepe después de comer, se ducha, se cambia de ropa y se perfuma bien, va hacia el garaje de su casa y enciende el coche, también encendía un cigarrillo y comenzaba a fumarlo mientras se dirigía a la autovía en dirección a Barcelona (a la Sauna Bruc).

Siempre dejaba el coche nada más llegar en la zona Universitaria, cogía el metro, la L3 y se dirige hacia Passeig de Grácia, allí se bajaba y caminaba hasta la calle Pau Clarís, andaba unos cuantos metros y allí estaba la Sauna a la que solía ir desde que se divorció, estaba en el bajo de un edificio y era bastante grande, tenía diez o doce habitáculos, una habitación grande donde había una cama enorme en el centro, algunos sillones alrededor y también un sofá.

Ese día se sentía un poco raro, Pepe era un hombre que se consideraba versátil, pero siempre hacía el papel de activo, apenas había hecho de pasivo desde que supo que era gay, tuvo que hacerlo, evidentemente cuando tuvo su fase experimental, para saber qué es lo que le gustaba realmente y a qué rol quería pertenecer.
Ese día le apetecía que se lo follasen bien unos cuantos hombres, tumbarse en un Sling o en la cama grande que hay en el cuarto oscuro y que se lo fueran follando uno tras otro hasta de ya no cupiese más semen dentro de su cuerpo y se le fuese saliendo de su agujero harto ya de tanto líquido blancuzco y tibio.

Hacía poco que había llegado, había pagado su entrada, y estaba quitándose la ropa en el vestidor, que ese día estaba bastante lleno y se rozaba continuamente con el hombre que tenía al lado que no hacía más que sonreírle… (bueno seguramente se cruzarían dentro del local y quien sabe cómo podían acabar jejejeje).
Cuando estuvo completamente desnudo, Pepe se enrollo a la cintura la sábana que le dieron en la entrada con las chanclas y una toalla para secarse cada vez que se duchase. Así que cuando ya estaba preparado, empezó por darse una vuelta por el local y ver que tipo de hombres había ese día. Había hombres maduros de todo tipo, hombres gordos, delgados, altos, bajos, pero bueno, acababa de llegar y quería disfrutar de lo fuese ocurriendo esa tarde.

Pepe paseaba por un pasillo en el que había habitáculos a cada lado a lo largo del mismo; algunos con la puerta abierta, otros con la puerta con una rendija por la que los curiosos podían acercarse y mirar lo que sucedía dentro. De tanto ver gente follando, empezó a notar como la polla le crecía y se balanceaba entre la sábana que llevaba puesta e iba mirando a los hombre que iban de aquí para allá buscando alguien que se los follara o a quien follarse.

En esos momentos pasó por mi lado un hombre de unos cincuenta años, era grande y con una barriga también bastante generosa, unas piernas también gruesas pero fuertes, y unos brazos también grandes que hacían conjunto con las piernas: llevaba la cabeza afeitada y un grueso bigote con una pequeña barba debajo del mismo que notó cómo le miraba de arriba a abajo, me devolvió también la mirada y me sonrió, pero cada uno siguió su camino, (quizás ese no era el momento). Entonces me fui hacia las duchas para poder meterme en el jacuzzi o en la piscina para así poder relajarse un poco.

Pepe acabó metiéndose en la piscina primero, ya que en el jacuzzi estaba muy saturado de gente, y busco un sitio donde tuviese una buena visión de la piscina, se puso todo lo cómodo que pudo y empezó a buscar con la mirada y allí estaba el hombre con el que había cruzado miradas en el pasillo. El hombre grande le volvió a sonreír y le hizo una señal con la cabeza para que se acercara, Pepe le devolvió la mirada a la vez que se iba acercando, cuando ya estuvieron juntos se saludaron con un apretón de manos, un beso en la mejilla y se volvieron a mirar con ojos brillantes.

-¡Hola! ¿Qué tal estás? -Yo me llamo Antonio y suelo venir una vez al mes a esta sauna, el servicio es muy amable y está siempre muy limpia. -le dijo a Pepe-
-Hola Antonio, yo me llamo José, pero todo el mundo me llama Pepe, también suelo venir aquí siempre, hace años que lo hago, y eso que estuve en varias, pero al final me quedé con esta por las mismas razones que tu has dicho
-¿Y qué más me explicas Pepe? -me pregunta Antonio mirándome a los ojos-
Hace años que me separé y tuve que volver a empezar, cambié de localidad, me busqué un piso, para mi no fué un problema ya que puedo trabajar desde casa. Estuve un tiempo solo hasta que conocí a un hombre con el que empecé a salir para tomar unas copas de vez en cuando, y un día me preguntó si alguna vez fuí a una sauna, yo le dije que no, pero que sabía que existían sitios así y que nunca se me ocurrió ir.

¿Y tú Antonio? ¿Qué me explicas a mi? - le pregunté-.
Como te he dicho antes; vengo desde hace tiempo una vez al mes, no he estado en ninguna sauna más, porque creo que esta ya me está bién, es muy tranquila y hay el tipo de gente que me gusta ya nos conocemos casi todos y es como un club social para mi, también hago cosas fuera de aquí p0ero es más fácil venir aquí antes que ir detrás de alguien por las redes sociales.

Yo también me separe de mi ex mujer hace ya unos diez años,- me dijo -me dije que si tenía que wer maricón no podía sequir viviendo con una mujer, además tampoco es que me hiciese caso, tenía mejores cosas que hacer que estar conmigo, por ejemplo salir con sus amigas, así que lo hablamos y nos pusimos de acuerdo, y nos divorciamos; busque un piso que se ajustara a mis necesidades y empecé a salir solo, me gusta mucho ir a la playa, tomar algo en las terrazas y pasear por la arena de la playa y por el paseo marítimo, cuando hace ya calor empiezo a darme algún baño y a tomar el sol; también vengo aquí a ver a la gente que conozco y a pasar un “buen rato”. ¿Estuviste casado con una mujer o con un hombre Pepe?

-Con una mujer le contesté-, me dí cuenta de mi sexualidad, cuando me separé,empecé a quedar por las apps para conocer gente y a buscar mi propio círculo de amistades, entonces me dí cuenta de lo que en realidad me gustaba eran los hombres, pero bueno- le dije-, creo que no se viene a estos sitios a contar las intimidades ¿no crees?.

-¡Oh! si tu supieras lo que la gente te puede llegar a contar!- me dijo, dejando a un lado lo de echar el polvo! -me dijo Antonio-. Algunos se ponen a contarte sus penas y desamores como si te conocieran de toda la vida; hasta se han echado a llorar,y, evidentemente cuando alguien está en ese estado lo que más necesita son abrazos y decirle que ya llegarán tiempos mejores y todo se irá arreglando poco a poco.
Me había quedado un poco ensimismado escuchando y de golpe sentí como su hombro tocaba el mío, lo miré y me sonrió. Joder, -le dije-: que ninja eres, ni me he dado cuenta de que te has acercado tanto.
Entonces me pasó la mano detrás de la espalda y me acercó aún más.
Es que eres muy hermoso y guapo, y no he podido resistirme e ir acercándome poco a poco, a ver que me decías, pero te has quedado un poco distraído y no te has dado cuenta por lo visto.

Simplemente me ha hecho recordar -le dije- lo jodido que me quedé cuando me divorcié: aparte de eso tampoco encontraba trabajo y estuve bastante tiempo machacandome la cabeza, ya que no veía la manera de levantar cabeza.
Pero bueno, eso si quieres te lo contaré en otro momento y en otro lugar; si te apetece volver a verme claro.
Pues creo que sí, - dijo Antonio - me caes bastante bien, no me importaría quedar contigo fuera de aquí Pepe, entonces le acarició el la pierna y Pepe se lo quedó mirando, y empezó a notar cómo su miembro se ponía aún más duro; le gustaba mucho Antonio, solo que no sabía cómo decírselo, quería follar con él pero le daba tanto miedo el rechazo; así que se armó de valor y puso su mano encima de la de él; -entonces Pepe le dijo-: oye Antonio, ¿Qué te parece si nos vamos a un sitio donde haya menos gente y podamos estar solos? Pues me parece genial, vamos a buscar un cuarto vacío y nos tumbamos un rato los dos.

Antonio y Pepe se cogieron de la cintura y buscaron un habitáculo donde estar a solas, una vez en e se empezaron a besar y a lamer por todos sitios, Antonio le arrancó la toalla a Pepe y le agarró la polla y empezó a pajearse los dos, para poco después agacharse y empezar a chupársela, Pepe lo cogía por la nuca y le acompañaba para que tragara un poco más de polla cada vez, hasta que lo cogió por los lados de la cabeza, y le hizo tragar toda la polla hasta los huevos; se la aguantó, cuando ya empezaba a tener arcadas le soltó la cabeza y Antonio se retiró dejando unos largos hilos de saliva que iban del glande de la polla hasta la boca de Antonio que volvió a metérsela otra vez en la boca como si no hubiese probado nunca ninguna.

Pepe lo cogió de los brazos y lo tumbó en una pequeña “cama” que tenían al lado, le quitó la toalla y se puso de rodillas a lamer las gotas de precúm que asomabam de la polla de Antonio, las lamió con cuidado, para no desperdiciar nada, y cuando acabó, abrió la la boca y se tragó todo el miembro de antonio, que era bastante grueso y largo, hasta los huevos y pasando la lengua por la punta queriendo meterla por el agujero y acabar de lamer aquella deliciosa miel de polla.

Cuando acabé de chupar aquella hermosa y deliciosa polla me tumbé al lado de Antonio boca abajo, el me acariciaba la espalda llegando hasta mis nalgas y pasando el dedo por la separación de las mismas, separándolas y pasando el dedo por dentro hasta encontrar mi agujero abierto, húmedo y jugoso, deseoso de carne dura y caliente.

-Joder Pepe, - me dijo Antonio -; tu agujero está ardiendo y muy mojado, está deseando ser penetrado, no me has dicho que rol desempeñas en la cama pero está claro que esta vez activo no es , deberías darle polla para calmar ese calor que tiene.



Siempre he hecho de activo en la cama, pero llevo días queriendo que me follen por que cuando me toco el ano lo noto muy caliente y húmedo, y la verdad es que hoy vine con esa intención, para calmarlo de una vez, que no hago más que pensar en ello.

Seguramente es que empiezas una nueva etapa sexual, -me dijo Antonio -; tu cuerpo te está pidiendo una manera nueva de disfrutar del sexo. Debe ser eso, -le dije- que tengo que aprender a gozar con mi culo, demasiados años disfrutando solo con mi polla, así que date el gusto de ser el primero en probarlo.

Pero primero quiero probar su sabor, - dijo Antonio dándome la vuelta y empezando a besar mis nalgas acercándose cada vez más para abrirlas con sus manos y pasar su lengua hasta llegar al agujero y empezar a lamerlo pasandola arriba y abajo, hasta los huevos y volviendo dejando toda la zona bien mojada con su saliva.

Antonio, empezó metiendome un dedo en mi agujero y lo fué moviendo poco a poco, luego metió dos dedos y repitió la misma operación, cuando creyó que ya era suficiente romìó uno de los sobres de lubricante y se untó la polla de él y también mi ano, pasó la polla por toda la raja de mi culo mojándolo todo de lubricante, y buscando mi ojete, cuando lo encontró se quedó delante de mi agujero y empezó a empujar con la punta que empezó a hundirse un poco, luego un poco más, hasta que su glande acabó entrando entero: entonces empujó hasta que su miembro acabó de entrar y sus huevos chocaron con mis nalgas arrancándome un gemido de dolor/placer lo que hizo que parara.

Tranquilo Antonio, ya se me pasó,- le dice Pepe - empieza despacio, y luego ya irás aumentando la velocidad, deja que le vaya cogiendo el gusto a tu polla.
Así lo hizo Antonio, empezó despacio y poco a poco fue subiendo la velocidad de las embestidas y sus huevos no dejaban de chocar con las nalgas de Pepe que estaba disfrutando de la follada que le estaba haciendo, y gemía como si se fuera a correr en cualquier momento.


Antonio estuvo dándole empellones un buen rato hasta que no aguanto más y se corrió dentro de Pepe, tanto semen salió de su polla que se iba saliendo por los bordes mientras lanzaba gruñidos y a su abdomen le daban intensos espasmos debido a lo intensidad de su orgasmo.

A los pocos minutos, cuando ya habían descansado un poco, Pepe soltó un bufido y dijo: ¡Joder ¡ Menudo polvo! Esto hay que repetirlo Antonio, tenemos que volver a vernos pronto, quiero volver a sentir esa polla tuya dentro de mí llenándome por dentro de semen hasta rebosar .
¡Claro hombre!- le dijo Antonio; Ya volvemos a quedar y repetimos, que me ha gustado mucho el polvo que hemos echado, luego te doy mi número de teléfono para poder ir comunicándonos.
Y eso es lo que hicieron Pepe y Antonio, intercambiarse los teléfonos e ir comunicándose de vez en cuando, para poder volver a verse, tomar algo y porqué no, también follar.



Fin
Objavio/la Nanferplus71
Pre 1 godinu
Komentari
4
ili se da biste objavljivali komentare
Nanferplus71
za Pere_PassiuBCN : Guay 
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Pere_PassiuBCN
Mmmmh, me ha gustado. Algun dia me pasare por la sauna Bruc
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Nanferplus71
za Nipplayer : Me alegra que te haya gustado, un saludo para ti tambien...
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Nipplayer
Hola majo, veo que te gusta escribir. Muy bueno el relato. Además habla de lugares conocidos. Un saludo desde bcn.
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