Mi jefe pervertido
Manuel, mi jefe hasta hace una semana, y hoy es mi amante.
Nunca olvidare ese día en la boutique, me encantaba trabajar ahí, podía ver a las chicas probarse ropa provocativa eso me excitaba mucho, ese día mientras me escondía entre el vestidor para poder observar a una chica pequeña y regordeta, no muy atractiva pero me excitaba estar viéndola, escondido, sin que nadie se diera cuenta.
Repentinamente mi cuerpo se estremeció, estaba inclinado con a cabeza dentro de un cajón, y sentí una mano en mi espalda, la peor parte fue cuando escuche la voz de mi jefe, Marco, me dijo, te puedes quedar un rato después de cerrar?, tengo algo que decirte.
Estoy acabado, pensé, seguramente me va a correr, paso el día y yo solo pensaba en que decir para que no me corrieran.
ya después de cerrar Manuel me llamo y antes de que yo pudiera decir algo me dijo
tengo una novia, muy bonita, se llama Lizbeth, es como de tu tamaño y quiero hacerle un regalo, yo no entendía nada de eso, a que venia ahora con o de su novia? se suponía que me despediría por espiar a las clientas, le dije,
No te despediré, replico muy seriamente, de hecho necesito que me hagas un favor, y sacando de una caja, me dio un vestido negro, estaba doblado y me dijo, este es el regalo que quiero darle a mi novia, no se si sea de su talla, midetelo por favor, así sobre la ropa, ve al vestidor, aquí te espero
ya en el vestidor, no podía creer lo que estaba pasando, tener que humillarme para no perder el empleo.
el vestido era lindo, negro y cortito, sin tirantes ni mangas, pero era demasiado ajustado para usar sobre la ropa, ¿que hago ahora?, pensé, quizás si lo dejo como esta no haya mayor problema pero no quiero ser despedido,
tuve que desnudarme antes de ponerme ese hermoso vestido, me veía horrible hombre con vestido,
mi jefe seguro se morirá de la risa cuando me vea, que vergüenza,
Nunca olvidare ese día en la boutique, me encantaba trabajar ahí, podía ver a las chicas probarse ropa provocativa eso me excitaba mucho, ese día mientras me escondía entre el vestidor para poder observar a una chica pequeña y regordeta, no muy atractiva pero me excitaba estar viéndola, escondido, sin que nadie se diera cuenta.
Repentinamente mi cuerpo se estremeció, estaba inclinado con a cabeza dentro de un cajón, y sentí una mano en mi espalda, la peor parte fue cuando escuche la voz de mi jefe, Marco, me dijo, te puedes quedar un rato después de cerrar?, tengo algo que decirte.
Estoy acabado, pensé, seguramente me va a correr, paso el día y yo solo pensaba en que decir para que no me corrieran.
ya después de cerrar Manuel me llamo y antes de que yo pudiera decir algo me dijo
tengo una novia, muy bonita, se llama Lizbeth, es como de tu tamaño y quiero hacerle un regalo, yo no entendía nada de eso, a que venia ahora con o de su novia? se suponía que me despediría por espiar a las clientas, le dije,
No te despediré, replico muy seriamente, de hecho necesito que me hagas un favor, y sacando de una caja, me dio un vestido negro, estaba doblado y me dijo, este es el regalo que quiero darle a mi novia, no se si sea de su talla, midetelo por favor, así sobre la ropa, ve al vestidor, aquí te espero
ya en el vestidor, no podía creer lo que estaba pasando, tener que humillarme para no perder el empleo.
el vestido era lindo, negro y cortito, sin tirantes ni mangas, pero era demasiado ajustado para usar sobre la ropa, ¿que hago ahora?, pensé, quizás si lo dejo como esta no haya mayor problema pero no quiero ser despedido,
tuve que desnudarme antes de ponerme ese hermoso vestido, me veía horrible hombre con vestido,
mi jefe seguro se morirá de la risa cuando me vea, que vergüenza,
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