La mujer que sali贸 de la ducha. (Un i****to virtua






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Hace 56 a帽os un inocente ni帽o de 7 dormitaba en la cama de sus padres.
En un momento se abri贸 la puerta de la habitaci贸n y el ni帽o despert贸, pero apenas entreabri贸 los ojos.
La imagen que vio lo impactar铆a para toda la vida y lo sigue impactando hoy, cuando ya es un viejo.
Pudo ver a una hermosa morocha, de poco m谩s de 30 a帽os, en el momento en que dejaba caer la toalla que cubr铆a su cuerpo todav铆a h煤medo -pues acababa de ducharse- descubriendo su espalda, su perfecto trasero y sus torneadas pierna.
Fascinado por la visi贸n de la primera hembra que ve铆a desnuda, pero tambi茅n presa del p谩nico, el peque帽o ni帽o apret贸 los ojos con fuerza al tiempo que sent铆a debajo de sus calzoncillos el calor agradable de la primera erecci贸n de su diminuto pene.
A los pocos segundos la imagen de la mujer se convirti贸 en un deseo irrefrenable que super贸 al temor y volvi贸 a entreabrir los ojos, para ver, reflejados en el espejo dos pechos no muy grandes pero perfectos y algo m谩s abajo un tri谩ngulo negro y tupido de pelos p煤bicos, que en ese momento desaparecieron ocultos bajo una braguita rosa de lycra.
El ni帽o volvi贸 a cerrar los ojos y haciendose el dormido gir贸 en la cama para no volver a tentarse. Y as铆 qued贸 hasta que escuch贸 a su madre salir del cuarto.
Unos d铆as despu茅s el ni帽o entr贸 al ba帽o y por accidente descubri贸 que encima de la pila de ropa sucia del canasto, estaba la bombachita rosa. Nunca supo por qu茅, la tom贸 y llevandola a sus narices la oli贸. El olor era agradable y nuevamente su pene respondi贸 con una erecci贸n. El ni帽o se sac贸 los shorts y el calzoncillo y se puso la bombacha. Empez贸 a acariciarse las nalgas y la sensaci贸n de la tela rozando su cuerpo le result贸 encantadora.
A partir de all铆, cuando sus padres no estaban y quedaba al cuidado de sus abuelos, se hicieron frecuentes las excursiones prohibidas al placard materno y con los a帽os el conoc铆a todas las prendas 铆ntimas de su mam谩, porque todas se las hab铆a puesto.
Fallando m谩s tarde en algunas asignaturas del colegio, el ni帽o fue enviado a una maestra particular del mismo barrio. Era hija de una viuda y ten铆a dos hermanas. En una de esas clases, pidi贸 autorizaci贸n para ir al ba帽o y descubri贸 la ropa sucia de las cuatro mujeres; desde ese d铆a, siempre ped铆a permiso para el ba帽o.
Fue creciendo para descubrir que lo que le daba m谩s placer era frotarse boca abajo contra la cama con una bombacha puesta. Hasta que un d铆a sinti贸 un calor s煤bito, seguido de un gran alivio y una humedad que se aplastaba entre su cuerpo y la braga. Fue su primer orgasmo. Se sac贸 la bombacha sucia y se la puso en la boca para saborear su propio semen. Luego, para no ser descubierto, sali贸 a la calle en la noche y arroj贸 la prenda a una boca de tormenta. De all铆 en m谩s aprender铆a a controlarse para no acabar sobre las bombachas de su mami.
Continuar谩...
Pubblicato da Sofiacrosss
7 anni fa