MAS MARICONA Y PERVERTIDA (2º parte)

MAS MARICONA Y PERVERTIDA (2º parte)
Como os dije en la 1º parte, yo vivía prácticamente aislado en una casa de un pueblecito de Soria ante el temor de la pandemia. Mi único contacto con el mundo exterior era una pareja de franceses, María de 60 y Pierre de 67 años, que mediante un salario me servían de recaderos y para el mantenimiento y limpieza de la casa.

Llevaba ya casi un mes en la casa y notaba que mi libido estaba bajísima; mi miembro se había quedado tan pequeño que casi ni lo veía ni lo notaba; no había eyaculado en un mes y me sentía muy extraño en mi compartamiento. A la vista de esto, decidí llamar a Pierre a ver si a él le pasaba lo mismo.

Pierre, al principio se rio, y me dijo que no me preocupase, que él lo iba a arreglar. Como era por la mañana, me pidió que esperase a la tarde desnudo en la cama y que el iría a la casa. Luego supe que, en ese espacio de tiempo, Pierre se depilo totalmente, se puso cremas por todo el cuerpo y se maquillo como una señorita. Cuando llegó, me extrañó que llevase una gabardina puesta pues no hacia tiempo para ello, pero pensé que los extranjeros son así de raros. Al poco rato empezó a bailar en la habitación y cuando se quitó poco a poco su gabardina descubrí que debajo solo llevaba unas medias, una tanguita y un sujetador todos negros. Se saco su polla que también estaba pequeña y empezó a pasarla por mi cara en la cama. En uno de esos movimientos, yo se la cogí y me la metí en la boca y con la lengua empecé a lamerla y darle pequeños mordisquitos. Enseguida reacciono su polla y empezó a crecer hasta no caberme en la boca pues era descomunal; media mas de 25 cm. De larga pero no era gruesa con lo cual era de las que a mi me privan y me gustan.

Yo empecé a notar que mi polla iba aumentando poco a poco de tamaño. En uno de los pases puso su culo sobre mi cara, se quitó un dildo que llevaba metido en su ano y empezó a restregarlo sobre mi nariz y cara. Yo estaba ya tan excitado que enseguida quise meter mi lengua dentro de su ano, dándole lengüetazos a toda su mucosa anal, cosa que notaba que le gustaba a Pierre por los alaridos y gritos que daba. Cuando estuvo preparado su orificio me pidió que le penetrase, cosa que enseguida intenté yo pues mi polla ya estaba en condiciones normales de antes de la pandemia. El culo de Pierre era fenomenal; cuando yo la tenia metida hasta los huevos, notaba que sus músculos anales apretaban como queriendo que no saliese nunca de su culo. Al final, después de muchos mete y saca me corrí soltando mucha cantidad de semen dentro de su culo. Pierre me pidió que no la sacase ya y que la tuviese dentro de su cuerpo unos minutos pues le encantaba tener una nueva polla dentro de él. Así estuvimos quietos más de diez minutos.
Después Pierre me pidió que le hiciese correr a él también, pues yo estaba satisfecho pero el estaba excitadísimo. Así que volví a meterme su pollon en mi boca y darle masajitos por huevos, glande y demás zonas púbicas. Enseguida ante mis lamidas reacciono y soltó tal cantidad de semen que se me salía de la boca y me inundó todo el cuerpo. Su semen era grumoso, oloroso y tenía un sabor ideal.

Después de las sendas corridas, nos duchamos juntos y aun seguimos besuqueándonos y magreandonos en la ducha. Pierre me había cautivado y era mi perfecta pareja. Nos preparamos un café y una copa; mientras Pierre me contó que durante su vida en Lyon había sido empresario de varias saunas gays y que desde hacia muchos años actuaba como homosexual. Su matrimonio con Marie había sido de conveniencia y que casi todos sus amigos eran gays. Me conto que al deshacer mi maleta para ponerla en el armario había visto bragas y sujetadores y como no había venido ninguna mujer dedujo que yo era crossdresser, cosa que le alegro pues así podía tener compañía ya que él era también CD.

Conociendo las aficiones de los dos, quedamos en repetir estas escenas otros días con la participación de los dos perros de Pierre. Por eso pasados 3 días volví a contactar con mi amigo Pierre, quien me dijo que en el ambiente trans se llamaba Brigitte y que le gustaría que entre nosotras le llamase así. También quedamos en hablarnos en femenino y que a mi me llamase Theresa. El día que volvió a mi casa se trajo a los 2 perros y vino en su coche ya maquillada y vestida de fémina. Yo le salude como Brigitte y ella se quedo muy contenta; me dio un beso de lengua y me dijo que me vistiese también de fémina como Theresa que era.

Me fui a la habitación, me maquillé y me puse toda la ropa interior femenina de color rosa con una peluca además de rubia. Cuando salí de mi habitación Brigitte se puso muy contenta y me metió la lengua hasta la garganta en un beso espectacular con saliva incluida. Nos tomamos café y varias copitas, fumándonos unos cigarrillos de los que preparaba Brigitte con la picadura de hongos de su especialidad. Al cabo de unos cuantos ya estábamos las dos totalmente excitadas y Brigitte no paraba de meterme mano por debajo de la falda tocando polla y culo con cada mano. Decidimos desnudarnos y trajo a los perros que enseguida se pusieron a lamer cada una la polla de las dos. Los canes estaban como locos, daban alaridos de contentos y Brigitte preparo al perro para que me metiese su polla por mi ano. Al principio le costó un poco que entrase el anillo del perro dentro de mi ano, pero una vez conseguido y dejando al perro dando bombeos en mi culo cogió a la perra y la preparo para que mi polla entrase en la vagina de la perra. Cuando lo consiguió aquello era una estampa inusual: Yo entre medias de perro y una perra, follandome el primero y follando a la segunda.
La escena era impensable unos días antes. La sensación que tenia en el cuerpo no se puede ni escribir ni narrar. Era un placer de dioses. El perro se esforzaba en bombear y la perra apretaba con sus músculos a mi polla que casi no la dejaba moverse. Así estuvimos mas de 5 minutos con los perros dando alaridos de gusto y placer junto con mis gritos de lo bien que lo estaba pasando.
Fruto de esos espasmos fueron mis dos corridas casi seguidas, una con salida de lefa y otra en seco. Brigitte viendo el espectáculo se corrió también y me soltó toda la leche por los pezones y boca.

Terminada esta escena imborrable duchamos primero a los perros que soltaban leche por todos los sitios limpiándoles culo y vagina y nos metimos las dos trans en ducha para quitarnos toda la leche que chorreaba por todos mis orificios. La tarde pasada fue de película. Nunca lo había pasado tan excitada y tan maricona y pervertida

En la próxima parte contare las relaciones con María que también son dignas de escribirse por lo degeneradas que son
Pubblicato da teresillacd53
8 mesi fa
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