Un domingo cualquiera.

Ya sabéis todos cómo son las tardes de domingo. Estaba sentado en mi sofá viendo el partido de fútbol que mi equipo estaba jugando. Mala tarde, empate a cero y no parecía que fuera a cambiar la cosa. En un momento dado, del dormitorio salió mi novia, Iba vestida sólo con una vieja camisa mía abotonada hasta la mitad, que dejaba adivinar sus hermosos pechos, y una braguitas. Se sentó a mi lado, pero a ella le aburre el fútbol, así que se puso en plan cariñoso a besarme, a morderme la oreja y a a cariciarme. Yo trataba de apartarla y que me dejara ver el partido, pero insistía, me metía la mano por dentro del pantalón buscando mi polla, me metía la lengua en la boca... Mi equipo estaba asediando sin cesar la portería contraria,¡¡¡ y yo no podía verlo!!!. En un momento se sentó encima de mi a besarme en el cuello. Claro, yo no soy de piedra y cuando, abierta de piernas empezó a restregar su coño con mi paquete, yo tenía la polla que me iba a reventar. Ella seguía frotándose y gimiendo despacio, así que me saqué el instrumento de los pantalones y la cogí de la cabeza para que fuera arrodillándose. Se metió mi polla en la boca y comenzó a pasar la lengua por mi glande, dándome un placer intenso. Después empezó a bombear. Yo me estaba volviendo loco. Paró de comérmela, se quitó las bragas, las tiró por ahí y se sentó, encima, de espaldas a mi. Se pasaba mi polla por su coño sin meterla, disfrutando de la acción, hasta que se la metió. Primero empezó a cabalgar poco a poco. Subía y bajaba despacio, aumentando léntamente la frecuencia. Su respiración iba acompasada con las subidas y bajadas, así que se fue acelerando cuando más deprisa se movía. Llegamos juntos al paroxismo. Entre suspiros y gemidos me gritaba:"No te corras, no te corras. Córrete en mi boca, cariño". Al final no pude aguantar más y le hice caso. Se la metí en la boca y me corrí, derramando todo mi semen dentro. Ella se levantó y me miró con mirada traviesa, mientras yo recuperaba el aliento, y se lo tragó todo, me lanzó un beso con los labios y se volvió a arrodillar para seguir lamiendomela. Cuando acabó se acurrucó a mi lado, apoyando su cabeza en mi hombro y yo volví a mirar la tele. Mi equipo había marcado...
Közzétette: eltiotino
legutoljára elérhető: 10 év
Hozzászólások
Kérjük, hogy a hozzászólások közzétételéhez vagy